Hyundai es consciente que el segmento de los SUV en todas sus categorías está subiendo como la espuma, al menos en Europa. Para cubrir las actuales necesidades de sus clientes y hacer frente a modelos como el Volkswagen Cross Polo, Renault Captur, Peugeot 2008, Opel Mokka o Nissan Juke, nace el nuevo i20 Active.
Esta nueva variante crossover está desarrollada sobre la base del i20 con carrocería de cinco puertas. Respecto a ésta, el Active incorpora una serie de faldones y protectores laterales complementados por las robustas molduras de los pasos de rueda. Además, para dotarle de mayores cualidades prácticas, el techo incorpora dos raíles plateados. Por último, para rematar el conjunto, las suspensión, que ha sido revisada, eleva la carrocería en 20 mm.
Pero hay otros detalles que distinguen al i20 Active de sus congéneres, entre ellos, el tratamiento invertido de la rejilla hexagonal característica de Hyundai, la tapa del depósito de combustible en acabado plateado y las llantas de 17″ de nuevo diseño.
Destaca por amplitud y buenos acabados
El interior se distingue por ofrecer una posición de conducción más elevada. Adicionalmente, el habitáculo incorpora unos pedales metálicos y una decoración específica de color Orange Tangerine o Morning Blue, que va en función del color elegido.
El habitáculo resulta amplio, sobre todo en las plazas delanteras. En las traseras encontramos el espacio deseado, aunque quizá el respaldo está en una posición algo vertical y la banqueta puede resultar corta y poco envolvente. No obstante, todo va en la línea de lo que podemos encontrar en un coche de este tamaño.
En las plazas delanteras, la posición al volante se consigue con facilidad, gracias a las diversas regulaciones del asiento y el volante. Los asientos nos han gustado, porque resultan envolventes y tiene un mullido que tira a dura, que no incomoda y permite que la parte lumbar no sufra en caso de realizar largos desplazamientos.
La calidad del interior sigue la línea del resto de la gama del utilitario coreano. Por acabados y calidad de materiales, este i20 logra situarse entre los mejores modelos de su categoría. El ajuste de las diferentes piezas está muy cuidado y el aspecto de todos los materiales permite que las sensaciones sean agradables. Para mejorar la calidad percibida, la parte más visible del interior y de las puertas presentan un acabado con materiales blandos al tacto.
Por lo demás, es un coche muy funcional y cómodo de usar; todos los mandos están muy bien ubicados y facilitan mucho las cosas para manejar, por ejemplo, el climatizador y el equipo de sonido. Afortunadamente, el i20 Active no es de esos coches que tiene casi todas las funciones reunidas en una pantalla multifunción. Sí que puede equiparla, pero ésta resulta muy práctica e incorpora mandos tradicionales, además de tecnología táctil en la propia pantalla.
La capacidad del maletero no varía respecto a la versión con carrocería de cinco puertas. Sus 326 litros dan mucho de sí para cubrir todo tipo de necesidades. Para mejorar aún más el volumen del mismo, los respaldos de los asientos posteriores pueden abatirse para alcanzar una capacidad máxima de 1.042 litros.
Un motor muy enérgico
Coincidiendo con la llegada del i20 Active, el fabricante coreano presenta un nuevo motor desarrollado específicamente para la familia i20; el nuevo Kappa T-GDI de 1.0 litros, un motor turboalimentado de inyección directa y tres cilindros que estará disponible en todas las versiones del i20 a partir de finales de 2015.
El motor T-GDI de 1.0 litros se ofrecerá con dos niveles de potencia de 100 y 120 CV. Nosotros hemos podido probar la más potente, que es más que razonable para un uso en ciudad y, sobre todo, carretera. Para sacar el máximo partido a este bloque, debemos movernos entre 4.000 y 6.000 rpm, por debajo de ese régimen no es un motor que dé la sensación de tener demasiada fuerza, aunque resulta competente para realizar una conducción normal.
El ruido mecánico se hace notar en casi cualquier circunstancia, siendo a altos regímenes cuando más suena este pequeño tricilíndrico. No obstante, es un motor que resulta suave y, todo el ruido que llega al interior, no resulta molesto. En carretera, los ruidos generados por la rodadura y la aerodinámica se encuentran, más o menos, a los niveles que ofrecen este tipo de vehículos.
En cuanto a consumos, se pueden mantener medias en ciclo combinado cercanas a los 7 litros sin practicar una conducción particularmente eficiente y en condiciones poco favorales. La caja manual de 6 velocidades es una gran alidada para conseguir buenos registros sin penalizar las prestaciones.
La estabilidad se impone en carretera
La suspensión ha sido revisada para esta versión. Además, eleva en 20 mm la altura de la carrocería, tal y como hemos comentado al inicio de esta prueba. Su aspecto de todocamino no debe engañarte, ya que la suspensión está orientada más a la carretera. Sí que es cierto que su mayor altura nos permite librar ciertos obstáculos cuando circulamos por un camino en malas condiciones, pero debemos ser conscientes que no deja ser un turismos concebido principalmente para la carretera. En este campo, es un coche que ofrece mucha estabilidad, gracias a una suspensión con una orientación más bien firme, que no resta puntos en cuanto a confort se refiere.
La dirección resulta directa, con una asistencia muy suave que agrada mucho al utilizarla. Quizá no transmite mucho, pero resulta precisa e informa correctamente. Por su parte, los frenos aprueban con nota, gracias a la mordiente que ofrecen sin fatigarse en uso intensivo.
La caja de cambios manual de 6 velocidades ofrece un tacto suave, y presenta unos desarrollos muy bien elegidos para conseguir ese balance perfecto entre prestaciones y economía de consumo. Ya que hablamos de combustible, este i20 ofrece un gasto moderado que, en condiciones reales, es capaz de conseguir medias de 6,7 l/100 km en uso combinado sin practicar una conducción eficiente.
La versión de gasolina de 120 CV sólo está disponible con el nivel de acabado más alto (Style), que resulta muy completo (más información). Se puede adquirir desde 17.300 € (consultar precios).
Conclusión: La versión “campera” del i20 resulta interesante si estás buscando un utilitario con aspecto de todocamnio. Su altura respecto al suelo permite que podamos salir esporádicamente por algún camino que otro. En carretera es un coche estable y seguro de reacciónes. El nuevo motor tricilíndrico de 120 CV ofrece un balance correcto entre consumo y prestaciones para llevar a cabo un uso mixto de ciudad y carretera.