El Honda Accord, aunque no sea un superventas, es una de las berlinas más deseadas de su segmento, bien porque está avalada por la calidad que atesora la marca japonesa, o porque tiene un atractivo especial que llama la atención de su potencial clientela. Para contarte como va y qué nos parece, nos subimos a la versión Diésel de 150 CV.
Antes de entrar en detalle, hay que apuntar que el Accord sufrió una ligera renovación a principios de 2012, que afectaba, principalmente, a su estética y equipamiento. Todo estos cambios, le vinieron como anillo al dedo para redondear un producto que ya de por sí era bastante bueno.
La carrocería mantiene prácticamente el diseño del anterior modelo. Así que… seguimos encontrando una berlina con cierto aspecto deportivo, pero con una esencia de elegancia que ha sido su seña de identidad a lo largo de su vida comercial.
Por dentro, como buen coche japonés que se precie, la sobriedad manda en todos los rincones. Sin ir más lejos, el salpicadero ofrece un diseño minimalista que se traduce en una mayor sencillez cuando se trata de manejar los mandos del climatizador y del equipo de sonido, por ejemplo.
El interior, sin ofrecer unos materiales lujosos o de una calidad destacable, resulta acogedor. Los asientos delanteros, que estaban guarnecidos en tapizado textil, nos han parecido muy confortables y suficientemente envolventes para que el cuerpo no se moviera en exceso a la hora de negociar las curvas.
El puesto de conducción está bien definido, ya que la posición a los mandos se encuentra con facilidad. Tanto si mides 1,70 m, como 1,90 m, te encontrarás perfectamente integrado al volante, sin estrecheces ni posturas forzadas.
De todo el puesto de conducción y los mandos que tenemos a la vista, me gustaría destacar un par de detalles. En primer lugar, sobresale el volante, un mando esencial para la conducción que Honda ha sabido cuidar para que tenga el tamaño ideal y un aro completamente redondo. Además, está equipado con una buena gama de botones que nos permiten manejar diferentes funciones del equipo de sonido, teléfono, ordenador de a bordo y control de crucero. Todo esto hace que la conducción sea más fácil y segura. En segundo lugar, todos los mandos se encuentran al alcance del conductor y están diseñados para que se manejen con facilidad y rapidez.
Detrás, hay mucho espacio para dos ocupantes adultos de estatura media y hay un buen nivel de confort, gracias al espacio disponible para las piernas y a la acertada ubicación de la banqueta y el respaldo.
Su interior, además de ser bastante funcional, también resulta práctico, ya que hay suficientes compartimentos para guardar objetos de diferentes tamaños. Entre todos ellos, destaca la guantera y un cofre que hay entre los dos asientos delanteros.
El Honda Accord cuenta con un buen maletero para meter objetos de todo tipo. Sus 565 litros dan mucho de sí para guardar mucho equipaje y objetos de generosa longitud, como un carro infantil o unos esquís. Aunque no está completamente guarnecido y la iluminación del mismo es más bien pobre, equipa un completo kit de herramientas bajo el piso que es muy accesible y está bien presentado. Si deseas aumentar la capacidad para introducir mucha carga, los respaldos de los asientos traseros se pueden abatir con suma facilidad en proporción 60/40. Una vez abatidos, éstos quedan prácticamente enrasados con el piso del maletero.
Llega la hora de ponerse al volante, y las buenas sensaciones que ofrece este coche cuando se analiza en parado, aumentan considerablemente cuando se pone en movimiento. Después de todo el tiempo que lo he conducido, el Honda Accord me ha parecido una de las berlinas más confortables y refinadas que he probado. Las suspensiones, que tienen un tarado suave, tienen como misión principal mimar a todos los ocupantes, por lo que si te mueves por carreteras con un firme más que deteriorado, este Honda te tratará con mimo.
Dinámicamente hablando, es un coche que da sensación de agilidad, ligereza y seguridad cuando se circula a un ritmo vivo en carreteras con curvas. En autovía, se merienda los kilómetros sin que éstos pasen factura de forma negativa a los ocupantes, por lo que es un muy buen compañero de viaje si realizas muchos kilómetros.
Para rematar la faena de forma extraordinaria, el motor 2.2 litros i-DTEC de 150 CV aporta mucho para que la conducción sea muy placentera en todo tipo de condiciones. Honda, que nunca ha sido un especialista en este tipo de motores, lo ha dado todo para que este propulsor sea uno de los mejores Diésel que hay en el mercado actualmente.
Pero no sólo es un motor refinado hasta la saciedad, sino que también consume poco y tiene un rendimiento que está por encima de esos 150 CV que declara el fabricante. Según nuestras mediciones, en carretera y sin practicar una conducción que se vea afectada por la eficiencia, es fácil conseguir medias por debajo de los 5 litros, lo que es un muy buen dato. Ya en ciudad, es posible obtener un gasto medio de poco más de 7 litros sin que las condiciones sean especialmente favorables.
Si optas por la versión Diesel –hay otro motor de gasolina de 2.0 litros y 156 CV que nos gustaría probar próximamente para contarte qué tal está- la versión más económica, que responde al acabado “Elegace”, está disponible desde 22.800 €. Si por el contrario, te decides por la versión que hemos tenido el gusto de probar –Lifestyle”-, tendrás que gastarte 25.700 €. Ninguno de estos dos precios incluye Plan PIVE ni ningún tipo de descuento promocional u oferta puntual del concesionario de turno (aquí puedes ver todos los precios).
Si hablamos de equipamiento, todas las versiones cuentan con una dotación de serie bastante completa si lo comparamos con sus rivales europeos. Los acabados más altos, disponen de elementos como el sistema de alerta por cambio de carril, regulador de velocidad activo que mantiene la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede, acceso y arranque sin llave, luz de giro activa, un buen equipo de música con 10 altavoces, techo solar eléctrico, navegador con cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sensor de luz y de lluvia, unas bonitas llantas de aleación ligera y retrovisor interior antideslumbrante automático entre lo más destacable.
Conclusión: El Honda Accord es una de las berlinas de mayor calidad de su segmento. Su completo equipamiento, su notable calidad de realización, su motor Diésel de 150 CV y el más que acertado balance que presentan sus suspensiones, hacen de este automóvil se convierta en una seria opción si estás buscando una buena berlina de algo más de 4,5 metros con un precio aproximado de unos 25.000 € y un equipamiento bastante completo.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez