Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport

El Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport es la variante más deportiva y potente que contempla la gama en estos momentos (es probable que Ford lance más adelante una versión aún más deportiva, denominada “ST”). El Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport cuesta 15.350 € y por el momento no presenta descuentos promocionales. Su precio se ajusta, en mayor o menor medida, a la media que dicta el segmento en la actualidad.

Encuadrado dentro de su segmento, es un coche que se equipara por potencia y concepto a un Citroen C2 VTS o un Suzuki Swift. Estos dos modelos tienen unas dimensiones más ajustadas que el Ford Fiesta, aunque por dinámica son mucho más deportivos. Otras opciones equiparables son; el Peugeot 207 1.6 VTi Sport 120 CV, Renault Clio 1.6 16v 110 CV y el Fiat Grande Punto 1.4 T-Jet Sport 120 CV. Ninguno de ellos cuenta con grandes cualidades deportivas, no obstante, por dinamismo y deportividad el más recomendable es el Peugeot.

Acabado Sport
Visualmente, el  Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport incluye de serie llantas de aleación de 16 pulgadas de cinco radios, luces antiniebla delanteras, spoiler en su frontal y trasera y un alerón posterior. Dentro, también es de serie el volante de piel, pomo de cambio con un diseño específico y asientos deportivos, ordenador de a bordo, airbags laterales y aire acondicionado. El interior se puede personalizar con inserciones oscuras o azuladas, según se prefiera.

Comparado con el anterior modelo, ahora el habitáculo del Ford Fiesta presenta algunos materiales de mejor calidad (al menos de forma visual y táctil). El salpicadero incorpora una plancha en la parte superior que está compuesta por un plástico mullido y granulado que da buenas sensaciones al tacto y a la vista (en la foto es de color granate). Este tipo de acabado es similar al que presenta el Renault Clio en todas las versiones (excepto en las básicas). El resto de materiales tiene un aspecto y fabricación sencilla, aunque en líneas generales están bien cuidados para la calidad real que presentan.

Nos gustó menos el tacto y la calidad de la botonería de la consola central. En la misma línea se encuentran las inserciones plásticas (situadas en la consola central) que intentan imitar al aluminio, y que son de una calidad bastante justa. Encima de la botonería de la climatización, encontramos un hueco portaobjetos muy bien situado, pero a la vez muy pequeño y justo para guardar objetos. Además, incluye una tapa de plástico muy endeble y con un sistema de apertura muy sencillo (en nuestra unidad de pruebas la tapa estaba suelta y no podía cerrarse correctamente).

Un puesto de conducción mejorado
Uno de los puntos en los que mejora ostensiblemente el actual Ford Fiesta, es en diseño y ergonomía. Ahora uno se encuentra muy cómodo en el puesto de conducción. Todo está muy a mano y te acomodas mucho mejor al volante. Se accede muy bien al cambio y el volante es regulable en altura y profundidad. Este último elemento tiene un tacto agradable, es pequeño (lo cual se agradece para manejarlo con agilidad) y tiene un aro muy fino.

En cuanto al manejo de la botonería y mandos, sin ser demasiado intuitiva, si que se maneja en líneas generales de una forma adecuada. No obstante, la ubicación de estos mandos nos obligaba a estirar demasiado el brazo derecho.

Por tamaño, el Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport no es mucho más grande que el anterior modelo. Aún así, el interior está mejor aprovechado. El espacio delantero para las piernas ha crecido 11 mm sobre el Fiesta de la generación previa y es el mejor en su clase con 1.069 mm. La anchura a la espalda delante de 1.350 mm y la altura interior de 991 mm son unas cifras a destacar. Los asientos traseros presentan una altura interior de 953 mm y una anchura a la espalda de 1.297 mm y un espacio para las piernas de 823 mm.

En el modo cinco asientos, el Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport tiene un maletero de 295 litros por los 284 litros del modelo previo. El espacio llega a unos enormes 979 litros en modo dos asientos. Los asientos traseros ofrecen la capacidad de plegado en un solo movimiento para la carga de ítems más grandes, una acción que no requiere levantar la base del asiento trasero o quitar los reposacabezas.

Un borde de maletero bajo (702 mm desde el suelo) y una amplia apertura del portón trasero (606 mm de altura, 996 mm de anchura) hacen que la carga y descarga sean fáciles y prácticas.

Nuevo motor Duratec Ti-VCT de 120 CV
El Duratec Ti-VCT (siglas que hacen honor a la denominación Duratec Twin Independent Variable Cam Timing) presenta culata y bloque de aluminio, y un sistema de distribución variable totalmente independiente controlado electrónicamente (actúa en el árbol de levas de admisión y escape).

El Duratec Ti-VCT ofrece una potencia máxima de 120 CV a 6.000 rpm y un par de 152 Nm a 4.050 rpm. Sus prestaciones (acelera de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 193 Km/h) son aceptables, aunque la sensación cuando se conduce es mucho menor. Parece un coche de menos caballos, y aunque el  Duratec Ti-VCT  tiene un tacto enérgico (respondiendo con agilidad desde bajas vueltas), su rendimiento y funcionamiento no es el cabe esperar de un motor de 1.6 litros con 120 CV. Por consumo, es un motor que da la talla, ofreciendo un consumo medio de 5,9 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 139 g/km. Aun así, nos parece un motor de tacto agradable y respuesta aceptable.

Acoplado al Duratec Ti-VCT, se encuentra una caja manual que cuenta con un guiado bastante preciso, que nos permite manejarla con rapidez, y que además ofrece un tacto agradable. Por su parte, el embrague y el acelerador tienen una asistencia muy suave, que no requiere de demasiado esfuerzo para utilizarlos (algo que agradecerán la gran mayoría de sus usuarios).

Para los conductores que busquen un motor menos potente y con un consumo más bajo, el acabado Sport también puede combinarse con el motor diésel 1.6 litros TDCi de 90 CV.

Más ligero y menos equilibrio
El Ford Fiesta tiene prácticamente la misma base mecánica que el modelo al que sustituye. Es 40 kilos más ligero que su predecesor, aunque tiene 10 kilos adicionales en elementos de seguridad y aislamiento sonoro.

El bastidor está formado por el mismo esquema de suspensiones que su predecesor, es decir, monta una suspensión delantera independiente McPherson y una suspensión trasera por barra de torsión. No obstante, presenta unas estabilizadoras de mayor grosor, diferentes ajustes en los muelles y amortiguadores y unos cojinetes y Silentblocks con diferentes compuestos de goma.

Respecto al resto de la gama, el Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport tiene una suspensión rebajada y con diferentes reglajes (muelles y amortiguadores más firmes y unas estabilizadoras de mayor grosor). Dinámicamente es un coche menos equilibrado que su predecesor. La configuración muelle blando-amortiguador duro no le sienta nada bien. Se percibe firmeza cuando pasamos por encima de un bache o similar (debido a la rigidez de los amortiguadores), pero por el contrario la carrocería inclina más de lo deseado. Esta configuración no le permite al Ford Fiesta Ti-VCT Sport tener el equilibrio deseado. Los apoyos en curva no terminan de ser claros y las reacciones son nerviosas y menos predecibles que las del anterior modelo.

En curva es un coche muy subvirador (sobre todo en las más lentas) y el tren trasero es muy receptivo a los cambios de masas. Cuenta con un carácter direccional que le permite ser un coche relativamente ágil, pero con una notable falta de equilibrio en sus reacciones. El control de estabilidad es de serie y no se puede desconectar por completo.

Nueva dirección eléctrica
Mecánicamente, una de las principales novedades que presenta el nuevo Ford Fiesta, es la nueva dirección eléctrica -denominada comercialmente como “Electric Power Assist Steering” (EPAS)-. Esta dirección sustituye al tradicional sistema de asistencia hidráulica del Ford Fiesta de la generación anterior, que requería de un mayor esfuerzo en maniobras a baja velocidad (como aparcar o conducir en ciudad). La dirección hidraúlica más precisa y con mejor tacto (se sentía mucho más y no era tan artificial como la eléctrica que incorpora actualmente).

La respuesta de la nueva dirección eléctrica es suave, tiene un tacto agradable y una precisión más que aceptable si practicamos una conducción normal a velocidades legales. Pero cuando llevamos a cabo una conducción más decidida, saca todas sus limitaciones y defectos a relucir. Lo peor que tiene, son los bruscos cambios de asistencia que presenta a altas velocidades o cuando realizamos rápidos cambios de dirección. Ford dice que sus ingenieros han trabajado mucho para que esta dirección eléctrica ofrezca el tacto y la precisión deseada.

Actualmente, los fabricantes apuestan por incorporar direcciones eléctricas (en lugar de hidráulicas) en sus nuevos modelos, ya que consumen menos combustible cuando tienen que asistir. Además, al desactivarse, reduce la potencia consumida del motor. Este hecho supera la comparación con una bomba hidráulica tradicional, que funciona de forma continua una vez se ha encendido el coche. Por otra parte, se consigue un tacto más suave y menos duro cuando se tiene que manejar, sobre todo en ciudad y en maniobras de aparcamiento.

El Ford Fiesta es el único modelo de su segmento que incorpora un inhibidor de combustible especial (es una solución que evita el llenado con un tipo de carburante erróneo, además de ser un elemento muy funcional que elimina el engorroso tapón del depósito de combustible). Esta solución está presente en el Ford Focus, Mondeo y en otros modelos de la competencia como el Renault Mégane y Laguna.

Resumiendo, el Ford Fiesta 1.6 Ti-VCT Sport es un coche globalmente bueno para quien busque un utilitario con cierto tacto deportivo, pero sin serlo realmente. Cumple en todos los apartados y no tiene grandes lagunas en líneas generales. Mejoraríamos ciertos detalles de su acabado y el equilibrio dinámico de su bastidor.