La nueva gama deportiva del Focus arranca con el conocido Sport Kit, una terminación que en realidad puede instalarse en cualquier acabado Sport de la gama Focus y que añade a la unidad que la adopte un aspecto exterior personalizado, con alerón trasero más largo del color de la carrocería, parrilla delantera también del color de la carrocería y llantas de aleación de 17 pulgadas y 5 radios.
La versión C-MAX del Focus también recibe el terminado “S” y, como en sus hermanos, mantiene las posibilidades de elección con una variedad de motores, equipamiento y acabados. Partiendo del Focus C-MAX Trend con motor 2.0 TDCi de 136 CV y 6 velocidades, la versión “S” adopta un kit exterior e interior entre cuyos elementos destacan paragolpes deportivos, pomo deportivo en el cambio, llantas de aleación de 17 pulgadas y siete radios, control de velocidad de crucero, cristales tintados de privacidad y suspensión rebajada algo más dura. Por un ligero suplemento se pueden completar estos mismos acabados con llantas de 18” y 10 radios, suspensión deportiva, climatizador bizonal y control por voz y Bluetooth, que sitúa a este modelo muy cerca de la versión Ghia.
Interior
El puesto de conducción es característico de un monovolumen, el volante tiene un buen diámetro, un aro con un grueso aceptable y sobre la vertical la inclinación de un turismo o sea de un “coche que no sea un monovolumen”. El ajuste vertical del asiento es amplio y se puede ir bastante alto o cerca del suelo, mas que en otros vehículos de su categoría.
Los asientos son buenos por la dureza que tienen, las protuberancias laterales del asiento ayudan a sujetar el cuerpo en las curvas.
La visibilidad es mejor que en otros monovolúmenes porque el marco del parabrisas o pilar A no es muy grueso y la visibilidad hacia atrás es mejor que en la competencia.Los mandos están a manos. Nos ha gustado especialmente la caja de cambios y los demás interruptores y botones porque son muy accesibles. No nos ha gustado tanta botonería en el salpicadero, hay que mirar lo que activan antes de pulsarlos, nos puede despitar si apartamos la vista mucho de la carretera.
El aspecto del interior está bastante cuidado. Nos encontramos materiales con buena apariencia en líneas generales. Todos transmiten bastante solidez y cuentan con un acabado bastante aceptable.
El equipo de sonido se puede manejar también por voz, así como el teléfono y el climatizador por el sistema de reconocimiento de voz con el sistema V2C. Es un sistema que se maneja de una forma sencilla y que puede ser sumamente práctico cuando no queremos apartar la vista de la carretera para localizar los diferentes botones.
La versión que hemos probado tenía climatizador y funciona adecuadamente desde todos los puntos de vista. Es capaz de renovar suficientemente el aire, es capaz de calentar rápido, pese a que el volumen de aire es grande y el motor al ser diesel le cuesta mas calentarse. Es en líneas generales un climatizador correcto y bastante silencioso.
Los asientos traseros son duros y su forma no sujeta mucho a los pasajeros. Otros vehículos de la competencia pueden reclinar el respaldo de los asientos de la segunda fila, pero este no. A pesar de esto, los asintos tienen muchas opciones de regulación y colocación lo que hace que el C-Max sea uno de los monovolúmenes con el interior mas versátil.
El volumen del maletero en el C-Max es grande, el borde de carga está a 80 cm del suelo, una altura más bien elevada. Sólo está tapizado el suelo y el resto esta cubierto de plástico
No tiene unas formas completamente regulares, pero es muy aprovechable y como en este tipo de vehículos el nivel de carga está mas alto lo que permite, por ejemplo, colocar los bultos en altura aumentando la capacidad de carga. Tiene ganchos para colocar bolsas y también para poner una red para sujetar la carga.
Motor
El motor 2.0 TDCI de 136 cv da la potencia muy linealmente a 4.500 rpm. Es tan perezoso por debajo de 2000 rpm como la mayoría de motores diesel modernos lo que no lo hace muy agradable de conducir, con una mejor relación de las marchas tendría una muy buena respuesta en casi todo el arco de rpm disponibles.
Este motor es un poco áspero y no es muy silencioso. En frío suena claramente a diesel y es un sonido desagradable. Suena demasiado a lata. Cuando ya está caliente, el ruido y la vibración son palpables al acelerar a plena carga. En marcha constante no se nota tanto el ruido ya que el ruido aerodinámico esconde el sonido proveniente del motor. También es una mecánica que tiende a perder algo de rendimiento cuando se encuentra en condiciones de máxima exigencia.
El consumo es el que tienen otros monovolúmenes de este tipo. En un recorrido por carretera de sentido único a buen ritmo ha gastado 8,5 l/100 km. El consumo máximo que hemos medido, rápido por carretera lenta, ha sido 9.5 l/100 km. En circulación normal por ciudad no baja de 9 l/100 km.
Comportamiento
La suspensiones son algo más firmes que el resto de la gama, aunque no elimina completamente los balanceos. Dinámicamente es más eficaz que el resto de la gama, y probablemente –junto con el SEAT Altea- es uno de los familiares “más deportivos” de su segmento. Se desenvuelve correctamente cuando practicamos una conducción más dinámica.
El tren delantero entra adecuadamente en curva cuando forzamos la marcha. En zonas rápidas mantiene ciertos balanceos que restan confianza cuando pasamos por un bache, realizamos un apoyo o cambios de dirección, pero termina cumpliendo si tenemos en cuenta lo que tenemos entre manos. Si desconectamos el control de estabilidad, puede llegar a convertirse en un coche delicado cuando jugamos con los pesos y descolocamos la trasera, ya que el tren trasero puede reaccionar de forma demasiado brusca.
El C-Max es un coche que puede llegar a ser pesado de conducir debido al carácter de los elementos mecánicos con los que entramos en contacto. El embrague que tenía nuestra unidad de pruebas presentaba incómodos cambios de dureza. El cambio es más duro de lo deseado –sobre todo cuando se maneja con rapidez- para un vehículo de este tipo. La dirección también tiene un punto de asistencia menor de lo deseable lo que lo hace incómodo en la circulación por ciudad.
En definitiva, un familiar con carácter y estética deportiva, buena calidad percibida en líneas generales y con la versatilidad que podemos esperar en un coche de estas características.