Probamos la versión descapotable del Fiat 500, un coche de capricho que es todo diseño y que enamora a primera vista. Nuestra toma de contacto la realizamos sobre la versión con motor Diésel 1.3 Multijet de 95 CV asociada al acabado más lujoso –Lounge-. Esta variante se puede adquirir desde 18.350 € (aquí puedes configurar tu Fiat 500C).
Como apunto en la entradilla inicial de esta prueba, el Fiat 500C es toda un ejercicio de diseño y estilo. Un coche con mucho gusto y que, desde luego, se posiciona como uno de esos coches que intentan ser mucho mas que un medio de transporte para desplazarse de un sitio a otro.
El Fiat 500C es un modelo concebido para disfrutar de la conducción. Se trata de un coche atractivo, diferente y que, gracias a techo descapotable, permite que los desplazamientos sean más lúdicos que en otro tipo de coches. Pero no por tratarse de un capricho tiene que ser un coche con una notoria falta de practicidad o un producto diseñado sólo para lucirnos ante viandantes o demás conductores. El Fiat 500C es un utilitario perfecto para aparcar en cualquier sitio, para pelearnos con el tráfico en las grandes ciudades y para desplazarnos con un coste de carburante realmente bajo.
Cómodo y amplio
Para empezar, el 500C es un coche que tiene un puesto de conducción muy bien diseñado que, sin excesivos reglajes, permite que nos sintamos cómodos desde el primer momento. Es cierto que el volante sólo tiene regulación en altura y no en profundidad, pero afortunadamente no condiciona en exceso nuestra postura a los mandos. No obstante, creemos que para lo que cuesta este coche, el volante si que debería tener reglaje en profundidad para poder recoger un mayor número de posibles reglajes.
Las plazas delanteras son amplias. La altura del habitáculo es generosa y eso permite que la sensación de espacio sea buena. En las traseras la disposición de espacio tampoco es un problema para que viajen dos adultos o tres niños que no necesiten sistemas de retención infantil. No obstante, dos adultos de altura generosa irán más cómodos sin capota que con ella.
El tapizado de los asientos nos ha encantado. Combinan en su gran mayoría un tapizado de tela con remates en cuero en la parte lateral del respaldo y banqueta.
El asiento del conductor puede regularse en altura y profundidad. Cuando se varía la altura, el único elemento que responde a la regulación es la banqueta. Por su parte, los reposacabezas están fabricados por un compuesto blando de goma. Por diseño son atractivos, pero carecen de la ergonomía deseada para que la cabeza encuentre la sujeción deseada, que es de lo que se trata, que sean seguros además de bonitos.
Aparentemente lujoso
El diseño del interior está tan cuidado como la estética de la carrocería. La combinación de colores está muy bien elegida –recordemos que las posibilidades de personalización son muy amplias-.
Los materiales del Fiat 500C son buenos aunque no lujosos, no obstante, están por encima de la media. La calidad percibida está muy bien resuelta y el aspecto de todos los materiales está muy conseguido. El salpicadero integra inserciones plásticas de aspecto brillante pintadas en color rojo y beige que otorgan mucha vistosidad al interior. Además, el habitáculo tiene un diseño muy retro que copia las líneas del Fiat 500 de los años 60 (ver imagen).
Aunque todos los materiales sean de aspecto sencillo, el volante destaca por lo bien fabricado que está y por la calidad del cuero que cubre el aro del mismo.
Nuestra unidad de pruebas equipaba un sistema de navegación portátil que queda anclado en el salpicadero y que se puede poner y quitar fácilmente (ver imagen). Lo que menos me gustó es que el soporte que lo sujeta. Es frágil y se muestra muy sensible a los baches. Por otro lado, la pantalla panorámica es de buen tamaño y en ocasiones los reflejos de la luz molestaban para poder visualizarlo con claridad (ver imagen). En este sentido, ocurría lo mismo con la instrumentación (ver imagen).
Por lo demás, todos los mandos y botones están bien ordenados y todo se maneja con sencillez. Lo único que no me gustó es, como en todos los modelos del Grupo Fiat, la pantalla digital que muestra la información relativa al consumo, autonomía , emisora sintonizada, kilometraje y temperatura externa. Para consultar, por ejemplo, el consumo medio o la autonomía, hay que pulsar demasiadas veces el botón que lo acciona para poder localizar el dato que buscamos. En este sentido, hay demasiada información y se presenta de forma abrumadora.
El interior del Fiat 500C es suficientemente práctico, incluso teniendo en cuenta que el habitáculo es pequeño. Ofrece alojamientos portaobjetos como, por ejemplo, los dos compartimentos en el salpicadero para el acompañante y el conductor, el alojamiento oculto debajo del asiento del acompañante (ver imagen), los de los paneles de la puerta, otro en el soporte del cambio y el último en el asiento derecho.
Colocado en la consola central, entre los dos asientos delanteros hay un apoyabrazos, y justo debajo, encontramos dos posavasos que permiten guardar pequeños objetos habituales de pequeñas dimensiones (vasos y latas). Además, detrás de los dos posavasos se encuentra una conexión de 12 V y una toma USB para dispositivos telemáticos (por ejemplo, iPod/iIPhone) y (opcionalmente) un ambientador que selecciona fragancias de acuerdo con los gustos personales del cliente.
Respecto al "500 carrozado", la versión cabrio tiene un maletero con tres litros menos de capacidad (182 litros). Además, tiene una pequeña tapa en lugar de portón. Gracias a que el techo es de lona la capacidad del maletero no varía, tanto si vamos capotados como descapotados.
Capota de lona automática
El techo del Fiat 500C está perfectamente anclando en unos montantes laterales fijos que no se pueden desmontar. Para retirarlo, se dispone de un sistema electrohidráulico que realiza las operaciones de plegado y desplegado en 25 segundos, quedando totalmente plegado sobre el maletero y dejando ver la tercera luz de freno, luz que está integrada en el techo (ver imagen). Las operaciones de apertura y cierre se pueden accionar incluso en marcha, con una velocidad máxima de hasta 60 km/h (ver vídeo).
El plegado y desplegado del techo es de los más lentos del mercado. El sistema se acciona mediante unos botones, de tacto mejorable, que están situados en el techo. El techo siempre se detiene en dos posiciones estándar que, en gran medida, entorpecen en exceso la maniobra de apertura y cierre (primera posición y segunda posición). Otro detalle que no me gustó demasiado es que, cuando el techo se cierra por completo, se oye una especie de crujido algo desagradable.
Con el techo totalmente plegado, la visibilidad trasera es muy deficiente, por lo que el retrovisor interior no sirve de nada en esos casos. Así que, únicamente, podemos guiarnos mediante los espejos exteriores. Cuando el techo está plegado, la luneta trasera es más bien pequeña, aunque la visibilidad es aceptable.
Tanto si se viaja con el techo plegado como desplegado, el Fiat 500C es un coche ruidoso por aerodinámica, pero no es de los peores. Por el ejemplo, el Mazda MX-5 es bastante más ruidoso que el Fiat 500C.
Buenas prestaciones y consumo
El Fiat 500C ya está disponible la segunda generación Multijet del pequeño motor 1.3 litros del Grupo Fiat. En su última evolución presenta una versión con una potencia máxima de 95 CV. Sin duda, el pequeño modelo de Fiat necesitaba un motor Diesel de mayor potencia y prestaciones.
El nuevo Multijet tiene un rendimiento realmente bueno, sobre todo en la zona media del cuentarrevoluciones. Por debajo de 1.350 rpm sigue siendo un motor perezoso y con una falta de respuesta considerable. No obstante, tiene algo más de brío en la zona baja que la versión de 75 CV.
Aunque me ha dado la sensación que el nivel sonoro del interior en el habitáculo ha mejorado para que el motor transmita menos ruidos y vibraciones, es cierto que sigue siendo un motor poco aislado, ya que sigue transmitiendo bastante ruido al interior. Sobre todo hace mucho ruido cuando nos movemos en un régimen de giro muy alto o cuando lo arrancamos en frío.
Lo mejor de este motor es lo poco que gasta y lo bien que responde cuando queremos obtener una buena aceleración en un adelantamiento o en un pronunciado repecho. Los 200 Nm de par máximo a 1.500 rpm nos ayudan bastante a que no tengamos que manejar en exceso el cambio para obtener una buena respuesta.
Sus prestaciones se ajustan a lo esperado. Acelera de 0-100 km/h en 11 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h. Según nuestras mediciones, el consumo de carburante es realmente bajo. En recorrido urbano es fácil bajar de cinco litros con tráfico denso. En carretera a velocidades legales gasta menos de 4 litros y no llega a superar los 6 cuando le pedimos mas al acelerador y solicitamos con frecuencia un régimen de giro alto.
Nuestra unidad de pruebas incorporaba de serie el nuevo sistema de apagado y encendido automático del motor "Start&Stop". Se trata de un dispositivo suministrado por Bosch que apaga automáticamente el motor cuando el vehículo se detiene (tráfico congestionado, semáforos, etc), para arrancarlo automáticamente solo es necesario pisar el pedal del embrague.
El Fiat 500C 1.3 Multijet 16v 95 CV Start&Stop emite 104 gr/km de CO2, una cifra que le permite quedar exento de pagar impuesto de matriculación.
Estable y equilibrado
En cuanto a la suspensión, Fiat mantiene los esquemas delantero y trasero de todas las versiones del modelo con carrocería normal, con un sistema independiente de tipo McPherson y barra estabilizadora en el eje delantero, y de una estructura semi-independiente por brazo tirado y eje de torsión con barra estabilizadora en el tren trasero.
Al igual que en el Fiat 500, se presentan diferencias en el sistema de frenos. Las versiones menos potentes y más básicas, montan discos delanteros de 240 milímetros de diámetro y tambores traseros de 180 milímetros, frente a las versiones de mayor caballaje que equipan discos delanteros ventilados de 257 milímetros de diámetro y discos macizos de 240 milímetros de diámetro en el eje trasero.
Dinámicamente hablando, es el mejor Fiat 500 que he probado, incluso me ha gustado más que el Abarth 500 en conducción normal. En el caso del 500C 1.3 Multijet 16v 95 CV el equilibrio y la eficacia se impone en todo momento. Tengo que confesar que he disfrutado conduciéndolo en carreteras con curvas. El motor ayuda porque tiene suficiente potencia como para rodar de una forma ágil aunque, como es lógico, sin grades prestaciones. Las suspensiones tienen un tarado muy acertado que contienen perfectamente los balanceos de la carrocería. Nunca percibí un mal gesto ni malas reacciones. El tren delantero entraba perfectamente en curva sin un subviraje notorio y la trasera cerraba bien la trayectoria de una forma segura.
No me gustó tanto la reacción seca de la suspensión frente a un bache. En ese tipo de situaciones se transmiten demasiadas vibraciones y ruidos al interior. Además, el coche siempre tenía una ligera tendencia a descolocarse y el tren trasero respondía con molestos rebotes.
Los frenos ponían la guinda perfecta para que la satisfacción al volante fuera plena. No presentaba grandes síntomas de fatiga ante un uso intensivo y contaban con la mordiente suficiente como para parar el coche donde nosotros queríamos. También me gustó el tacto. El pedal permitía dosificar muy bien la frenada y no tenía demasiado recorrido.
La dirección es de asistencia eléctrica. Cuenta con dos programas (normal y City) que varían la dureza de la misma. El segundo de ellos (City) permite tener una dirección muy suave que requiere de muy poco esfuerzo físico para manejarla, una ayuda que se agradece para conducir en ciudad y realizar maniobras de aparcamiento. En carretera siempre se mostraba precisa y comunicativa.
Equipamiento de seguridad avanzado
Como el Fiat 500, el Fiat 500C es el primer descapotable de esta categoría que ofrece hasta 7 airbags (delanteros, laterales, de cortina y para las rodillas de serie en toda la gama). Además, la gama dispone de ABS con reparto electrónico de la frenada y asistente de ayuda en la frenada HBA (Hydraulic Brake Assistance), control de estabilidad (de serie en la motorización 1.4 de 100 CV y bajo pedido en las otras dos), control de tracción ASR (Anti Slip Regulation) y el dispositivo Hill Holder (asistente de ayuda en pendientes).
El dispositivo de asistencia para las frenadas de emergencia HBA (disponible en las versiones equipadas con ESP) es una función de tipo electrónico. Está gestionado por la centralita del ABS y actúa en caso de frenada de emergencia. Su función es la de aumenta la asistencia en los frenos para conseguir una frenada más efectiva.
Con sistema de arranque en pendientes
Otro de los elementos que cabe destacar dentro de su equipamiento, y que no incorporan la inmensa mayoría de sus rivales, es el dispositivo Hill Holder, un sistema que asiste al conductor en las arrancadas en subida. Funciona cuando la centralita ESP percibe la variación de inclinación del coche a través de un sensor de aceleración longitudinal situado en el piso, debajo del asiento del acompañante.
En fase de arranque, la centralita se prepara para actuar si está insertada la primera marcha y los pedales del freno y del embrague están accionados. De este modo, la presión en las pinzas delanteras se mantiene durante 2 segundos después de soltar el pedal del freno, lo cual permite al conductor arrancar con facilidad. En caso de arranques en bajada con la primera marcha insertada, la función Hill Holder no se activa. Sucede lo mismo con la marcha atrás insertada: en los arranques en bajada el sistema está activo, mientras que en los arranques en subida está desactivado.
Conclusión: Hay que reconocer que el Fiat 500C es un modelo lleno de atractivo y personalidad. No obstante, el precio que hay que pagar para hacerse con el nuevo convertible de Fiat es alto o, prácticamente, inaccesible para muchos usuarios que buscan un coche pequeño para circular fundamentalmente por ciudad. El Fiat 500C puede adquirirse desde 14.350 €, aunque si nos decantamos por la versión diesel de 95 CV el precio se incrementa hasta los 18.350 €. Si te decides por la versión Diesel de 95 CV disfrutaras de un pequeño descapotable con un diseño deslumbrante, de bajo consumo y con unas prestaciones interesantes.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez