Fiat 500 1.2 69 CV

El Fiat 500 1.2 69 CV es la versión menos potente y más asequible de la gama. Está disponible desde 10.790 € hasta 12.790 €, y se puede adquirir con los tres niveles de acabado que presenta la gama (Pop, Lounge y Sport). Aquí tienes toda la información de la gama Fiat 500.

El motor “Fire” atmosférico de gasolina de 8 válvulas y 1.242 cm3 de cilindrada desarrolla una potencia de 51 kW (69 CV) a 5.500 rpm., suministra un par de 102 Nm (10,4 kgm) a 3.000 r.p.m., alcanza una velocidad máxima de 160 km/h, presenta un consumo de 5,1 litros cada cien kilómetros en ciclo mixto y un nivel de emisiones de CO2 de 119 g/km. Asimismo, el tiempo de aceleración en los cien metros es de 12,9 segundos. Un dato a valorar si se tiene en cuenta su nivel prestacional.

Técnicamente adopta un sistema de control de la válvula de mariposa de tipo electrónico denominado “drive by wire” (sin conexión mecánica entre el acelerador y la válvula de mariposa) que deja a la centralita electrónica la tarea de suministrar el par según las necesidades del conductor (torque based).

La optimización de la termofluidodinámica se lleva a cabo mediante el uso de una nueva cámara de combustión de elevada turbulencia asociada a un “variador de fase continuo” (Continuous Variable Cam Phaser). Este variador, accionado por la centralita electrónica, permite la recirculación de parte de los gases de escape (25%) en la cámara de combustión y favorece considerablemente la reducción de los consumos de combustible y de las emisiones de escape en la conducción a carga parcial.

Tiene un nivel de rozamiento muy bajo, que se consigue gracias al aligeramiento de los componentes de la distribución y la consecuente utilización de muelles de las válvulas de baja carga.

Consumo ajustado
Otras peculiaridades de este propulsor desde el punto de vista de la reducción de consumos, es el uso de un sensor de detonación activo, capaz de gestionar el avance de la mejor manera posible y en cualquier situación y, sobre todo, el sistema de inyección Multipoint secuencial en fase Magneti Marelli.

También presenta una optimización de los sistemas de admisión y de escape, gracias a la optimización del juego de acoplamiento entre el cigüeñal y el bloque, mediante una selección computerizada de los cojinetes del cigüeñal, y al desarrollo de una instalación específica del propulsor en el vano motor. De este modo, se ha reduce (en teoría) la transmisión de las vibraciones del motor a la carrocería. En concreto, se ha adoptado una solución de sustentación del propulsor de tipo baricéntrico, compuesta por dos tacos más una biela de reacción, que actúa de tirante, donde los nuevos soportes están alineados en un eje que pasa por el baricentro del motor para obtener fuerzas de reacción con brazo nulo.

Sin impuesto de matriculación
Además, en el campo medioambiental, el 1.2 8 V dispone de un convertidor catalítico situado en el vano motor y soldado a la brida del colector de escape. En esta posición el dispositivo resulta mucho más eficaz, ya que puede alcanzar altas temperaturas en períodos de tiempo más breves y, por tanto, eliminar las emisiones incluso en fase de calentamiento del propulsor. Emite 119 gr/km, una cifra que le permite quedar exento de pagar impuesto de matriculación.

Para ganar en fiabilidad mecánica, se han introducido las bobinas próximas en un único bloque. Este nuevo tipo de bobinas garantizan un menor desgaste de las bujías; una mayor energía disponible para el encendido de cada bujía gracias a la eliminación de la chispa perdida; un mejor arranque en frío para ofrecer la máxima energía disponible a la bujía (más energía suministrada por la bobina y ausencia de pérdidas de transferencia de la alta tensión después de la adopción de cables muy cortos); y, por último, una considerable reducción del riesgo de las interferencias inducidas por los cables de alta tensión en los aparatos de a bordo.

Prestaciones modestas
En la práctica es un motor muy limitado a nivel de prestaciones, sólo recomendable para realizar cortos desplazamientos en cuidad y carretera. El peso del Fiat 500 1.2 69 CV no es demasiado elevado (940 kg). Tampoco debería serlo si tenemos en cuenta sus dimensiones, pero en cualquier caso, es bajo, y eso se agradece para obtener las mejores prestaciones, consumo y cualidades dinámicas.

Para obtener la respuesta deseada a las solicitudes del acelerador, es un propulsor que como mínimo hay que “llevarlo” por encima de las 3.000 rpm y estirarlo hasta el corte (5.000 rpm). Aún así, se percibe un nivel de prestaciones realmente bajo (una sensación similar a la que se vive con el motor más potente de la gama; el 1.4 litros de 100 CV). Ni que decir tiene que, a bajos regímenes y saliendo desde parado, la respuesta es totalmente nula. En su favor, hay que decir que se trata de un motor de carácter alegre, que sube bien de vueltas y que se muestra voluntarioso, aunque su respuesta no sea la deseable.

El nivel de ruidos que transmite el motor al interior es correcto, siempre que el motor no gire muy alto de revoluciones. En carretera resulta algo más ruidoso, incluso en condiciones normales.

Este “Fire” de 1.2 litros se puede asociar a una caja manual de cinco velocidades, o bien, a una caja secuencial robotizada de 5 velocidades (denominada comercialmente por Fiat como “Dualogic”). Nuestra unidad de pruebas venía equipada con la manual. Por funcionamiento, es un cambio con unos recorridos demasiado largos, su tacto es mejorable y se muestra lenta en ciertas ocasiones (sobre todo cuando insertamos la marcha atrás). Por su parte, el tacto de los pedales (acelerador, freno y embrague) es correcto sin se exquisito. Cabe destacar que el embrague es suave y se maneja con poco esfuerzo.

Interior
El diseño del puesto de conducción está bien diseñado en líneas generales. Se llega adecuadamente al cambio (está en una posición sobreelevada muy cercana al conductor), a los pedales y al volante, aunque se echa mucho de menos que este último elemento fuera regulable en profundidad (solo puede hacerlo en altura).

Los asientos de nuestra unidad de pruebas (con acabado Pop) eran confortables, pero carecía de la sujeción adecuada (los de la versión Sport son más envolventes). El asiento del conductor puede regularse en altura y profundidad. Cuando se regula en altura, el único elemento que responde a la regulación es la banqueta. Por su parte, los reposacabezas están fabricados por un compuesto blando de goma. Por diseño son atractivos, pero carecen de la ergonomía deseada para que la cabeza encuentre la sujeción deseada.

Sin ser de los modelos más intuitivos en cuanto al manejo de sus diferentes mandos y botones, el Fiat 500 presenta unos mandos y botonería fácil de manejar. El diseño del interior está basado en el primer Fiat 500 de 1957. Nuevamente encontramos un coche en el que se abusa demasiado de botones y no tanto de ruletas. Lo segundo nos parece más fácil y rápido de manejar.

El acabado de nuestra unidad de pruebas era bueno en líneas generales. Pese a que el Fiat 500 no cuente con unos materiales de gran calidad, éstos ofrecen una buena presencia visual y táctil. Además, cuentan con un ensamblaje bastante cuidado y una unión más que aceptable entre las diferentes piezas del interior. El volante es el elemento que más calidad transmite en su realización, además está bien diseñado y se maneja perfectamente.

La carrocería tiene una altura generosa, y eso favorece el acceso al habitáculo y el espacio disponible en el interior. En las plazas delanteras pueden viajar personas de talla generosa (más de 1,90 m.), y en las traseras la disposición de espacio tampoco es un problema para que viajen sin problemas dos adultos.

El maletero tiene una capacidad de 185 litros, que pueden convertirse en 550 litros de volumen máximo hasta el techo. Tiene un umbral de carga reducido para facilitar la carga de los objetos y la posibilidad de aumentar la capacidad abatiendo el respaldo del asiento trasero. La boca de carga es muy amplia, su interior está bien revestido, correctamente iluminado y presenta unas redes y unos compartimentos para sujetar objetos.

Comportamiento
Su bastidor tiene unas suspensiones de diseño muy sencillo (algo habitual en la categoría en la que se encuentra encuadrado). El tren delantero es de suspensiones independientes de tipo McPherson, mientras que el trasero es semi-independiente con eje de torsión.

Como en todos los modelos del Grupo Fiat (Fiat, Alfa Romeo y Lancia) el bastidor presenta una configuración de muelle blando-amortiguador duro, además los amortiguadores son muy blandos cuando extienden. Esto quiere decir que, cuando pasamos por un bache o realizamos cambios rápidos de dirección, la carrocería se queda sin demasiada sustentación, restando mucha confianza al volante. Aun así, hay que tener en cuenta que se trata de una versión con un nivel prestacinal más bien modesto, que por motor no llega a exigir grandes dotes al bastidor.

El sistema de frenos equipa dos circuitos hidráulicos independientes y cruzados. Los frenos delanteros son de disco y tienen un diámetro de 240 mm, los traseros son de tambor y tienen una medida de 180 mm. Sus prestaciones resultan adecuadas para detener correctamente un coche con las características técnicas del Fiat 500 1.2 69 CV.

La dirección es de asistencia eléctrica. Cuenta con dos programas (normal y City) que varían la dureza de la misma. El segundo de ellos (City) permite tener una dirección muy suave que requiere de muy poco esfuerzo físico para manejarla, una ayuda que se agradece para conducir en ciudad y realizar maniobras de aparcamiento. En carretera el tacto de la dirección es correcto, aunque algo artificial.

Equipamiento acabado Pop
La versión Pop tiene un equipamiento de serie formado por los siguientes elementos: dos airbags delanteros, dos airbags de cortina, dos laterales y uno para la protección de las rodillas; ABS con EBD, faros delanteros con función DRL (Luces diurnas); interiores específicos con la posibilidad de elegir elementos de color marfil o negro, dirección asistida eléctrica Dualdrive; espejos retrovisores exteriores eléctricos de color negro, volante regulable en altura; cierre centralizado y elevalunas eléctricos, ruedas de chapa 175/65 R14 con tapacubos integrados. Disponible opcionalmente en todos los propulsores, el Fiat 500 Pop equipado con el 1.4 16 V de 100 CV, ofrece de serie el control de estabilidad y un cuadro de instrumentos con diseño deportivo.