Fiat renueva uno de los modelos con más personalidad y atractivo del mercado, que no es otro que el 500. Para ponerse al día mejora en calidad, equipamiento y, además, ahora la gama de motores es más eficiente. Nosotros probamos la versión bicilíndrico de 105 CV, que sorprende por sus prestaciones y rendimiento.
Por fuera los cambios no han sido profundos, lo que es de agradecer en un coche que no los necesitaba. Tan sólo se han retocado los grupos ópticos y los paragolpes. En el caso de nuestra unidad de pruebas, que venía personalizada, la tonalidad bicolor de la carrocería le daba esa pizca de originalidad que puede ser del agrado de muchos conductores muchos conductores.
Mayor calidad de ajuste en su interior
Por dentro las materiales son los mismos a los del anterior modelo, aunque hemos detectado que el ensamblaje y el ajuste de piezas son mucho mejores. Al igual que el anterior, esta versión mejorada sigue siendo muy vistosa y agradable a la vista. Los principales cambios que se aprecian en el interior, son el volante, la pantalla multifunción de cinco pulgadas ubicada en la parte central del salpicadero y el velocímetro, que ahora es virtual. Éste último ofrece más información de una forma más clara, aunque puede que se pierda algo de encanto en un coche tan retro como éste.
La posición al volante sigue siendo elevada, lo que facilita mucho la facilidad de conducción. Resulta cómoda en líneas generales, aunque se sigue echando mucho en falta que el volante no pueda regularse en profundidad. Los asientos, que no sujetan demasiado, son confortables, transmiten calidad y están bien tapizados.
En las plazas traseras el espacio es sorprendente, incluso igual o superior al que podemos encontrar en coches de similar o, incluso, de superior tamaño. El maletero no se ve perjudicado – gracias a sus 185 litros, disponemos de suficiente capacidad para meter maletas o la compra semanal del supermercado-.
Una mecánica que sorprende
El motor TwinAir de 0,9 cm3, disponible en versiones de 85 y 105 CV, sorprende, al menos en su versión más potente, por su rendimiento y prestaciones. Asociado a un cambio mecánico de seis velocidades, que podría mejorar por tacto, esta mecánica está por encima de lo esperado. Aunque pueda parecer contradictorio, este motor rinde mejor en carretera que en ciudad. Cuando nos movemos en un entorno urbano, la mayor pega es su respuesta en baja, que se hace sentir con mayor peso cuando salimos desde parado. No obstante, es una mecánica que sube muy bien de vueltas, y eso hace que no dé la sensación de no ser tan perezoso en ese tipo de condiciones.
El pequeño motor del 500 de desenvuelve mejor que mecánicas de mayor potencia y cilindrada, tanto es así, que hay que estar muy atentos al velocímetro para evitar que nos hagan la foto de rigor. Por tanto, en carretera es un coche solvente y más que suficiente.
Entre los puntos débiles de esta motorización, hay que destacar el ruido, que, aunque a elevados regímenes tenga un ruido con cierto aire deportivo, puede que llegue a ser algo elevado. Por tacto, tampoco es un motor que resulte demasiado agradable de usar, en parte por lo perezoso que resulta a bajos regímenes y por el escaso margen de utilización (lo mejor de este motor se encuentra entre las 3.000 y las 5.000 rpm). Para evitar el molesto corte de inyección, es recomendable cambiar antes de dicho régimen.
El consumo de carburante varía mucho dependiendo del uso que se haga. En nuestro caso, en carretera, circulando a velocidades legales, obtuvimos una media de 5,6 l/100 km. En ciudad, el gasto puede llegar a dispararse por encima de los 7 l/100 km.
Gana en estabilidad y refinamiento
El comportamiento en carretera y la calidad de rodadura ha mejorado de manera notable, ya que ahora es un coche más refinado y silencioso. Las suspensiones filtran mucho mejor las imperfecciones del firme; ahora no se producen los molestos rebotes y ruidos que generaban las suspensiones cuando el asfalto no estaba en sus mejores condiciones. Por estabilidad, es un coche más estable, es menos brusco de reacciones y ofrece una mayor adherencia.
Disponible en versión berlina y convertible, el Nuevo Fiat 500 incluye en el lanzamiento dos acabados: Pop y Lounge. El acabado Pop lleva de serie siete airbags, climatizador manual, Uconnect Radio con seis altavoces, puerto USB y conector auxiliar, mandos en el volante y luces diurnas de LED. El acabado Lounge se enriquece con detalles sofisticados como el techo panorámico de cristal, las llantas de aleación de 16”, la versión Uconnect Radio 5” LIVE con pantalla táctil y el volante de piel con mandos que permite al cliente – mediante la integración con su smartphone – usar numerosas aplicaciones en el sistema de a bordo para así estar siempre conectado. La versión probada está disponible desde 16.600 € (consultar todos los precios).
Conclusión: Aunque el diseño del renovado 500 queda inalterado, cosa que es de agradecer, el utilitario italiano ha mejorado considerablemente en calidad, equipamiento y tacto de conducción. La versión bicilíndrica de 105 CV sorprende una barbaridad por rendimiento y prestaciones. Su consumo pude llegar a ser muy ajustado.