Si eres de los que buscas un buen medio de transporte que te ofrezca una movilidad más que digna y, además, te quieres gastar lo justo, no le des más vueltas, el Dacia Logan es tu coche. Es cierto que hay otros coches de bajo coste con un precio y calidad más o menos similar, pero ninguno de ellos tiene las excelentes cualidades de las que hace gala el modelo rumano. Vamos a descubrirlas.
Normalmente, cuando compramos un coche, no nos paramos a pensar en todos los gastos que hay que asumir una vez que lo hemos adquirido: coste de mantenimiento, reparaciones, revisiones, seguro y recambios. El Dacia Logan es un coche muy barato de comprar y de mantener. La unidad que hemos probado (Ambiance 1.2 75 CV) cuesta 9.375 € (ver configurador de Dacia). Con ese precio de salida no nos van a faltar elementos indispensables como la dirección asistida, el aire acondicionado, el airbag del conductor y pasajero y el ABS (antibloqueo de frenos).
Si al precio le añadimos que en diesel los mantenimientos son cada 20.000 km o 2 años y en gasolina cada 30.000km o 2 años, con un coste de revisión de derribo, nos podemos hacer una idea de lo barato que puede salirnos este medio de transporte. (En la web de Dacia podemos ver los costes de mantenimiento)
El mejor de su segmento
Pese a que el Dacia Logan se comercializa desde 2005, me sigue pareciendo un producto válido y satisfactorio en líneas generales para el día a día. No sólo me parece interesante por su bajo precio y reducido coste de mantenimiento, lo cual es muy importante, también me parece un coche realmente polivalente, con un maletero enorme y unas plazas traseras muy amplias, sobre todo en altura.
Entrando en un análisis más profundo de lo que es el producto en cuestión, podemos decir que el Dacia Logan es más coche que otros modelos de precio similar. No es que el Logan sea un coche lujoso o avanzado -tecnológicamente hablando- pero ofrece algo más que el resto de la competencia. Es un coche digno porque ofrece lo que promete y, además, tiene una serie de características que lo hacen un poco más apetecible.
Ese algo más, es la polivalencia de la que hace gala. En el caso del Dacia Logan nos encontramos un coche robusto, diseñado para que dure mucho tiempo y aguante sin estropearse con una conducción por carreteras en mal estado o, incluso, si es necesario por caminos. No hablamos de un SUV ni nada por el estilo. El Dacia Logan es un coche con mucha altura respecto al suelo y con un recorrido de suspensión generoso que te permite circular con garantías fuera del asfalto. Las virtudes del Dacia Logan son la robustez, la fiabilidad y la sencillez mecánica. En este aspecto nos recuerda al antiguo Renault 4.
Recientemente, la carrocería y el interior han recibido ligeros cambios que actualizan ligeramente el producto. Su relevo está muy próximo y Dacia ha querido mejorarlo antes de sustituirlo, al menos en Europa.
Habitáculo
Hay algunos elementos del interior que han sido heredados de las últimas fases del Renault Clio II. Por ejemplo, el volante, la instrumentación, el selector del cambio, los mandos de las luces e intermitentes y los tiradores de apertura interiores de las puertas (ver imagen). Si tenemos en la memoria el Sandero, este interior nos sonará y mucho. El salpicadero está fabricado de un solo bloque para eliminar ruidos y juegos de acoplamiento, ocultar grapas de fijación y favorecer una fabricación más sencilla.
Todos los materiales del habitáculo son duros y con una calidad justa. La calidad percibida diría que no es inferior a la de coches teóricamente mejores. Todos los materiales tienen un aspecto más que aceptable para la calidad que tienen, los ajustes de todas las piezas están bien realizados y no encontramos fallos de acabados notorios. Todo es sencillo pero, aparentemente, todo está bien fabricado y ensamblado.
Casi todos los mandos están concentrados en la consola central: se manejan los elevalunas, el warning, la climatización, el sistema de audio y el cierre centralizado. Los mandos tienen una apariencia poco sofisticada, aunque cumplen perfectamente con su función que, al fin y al cabo, es lo más importante.
El volante está fabricado con un plástico blando que tiene un tacto agradable pero ofrece poco agarre. El volante no tiene un solo botón, lo cual es de agradecer.
Por dentro, es un coche más cómodo y amplio que otros vehículos de precio y categoría similar. Me gustaron especialmente los asientos, tanto los de las plazas delanteras (ver imagen) como los de las traseras (ver imagen). No tienen un tapizado especialmente bueno, ni son de una fabricación especialmente lujosa, pero me resultaron cómodos. Quizá la banqueta de los asientos delanteros podía sujetar algo más, pero no me pareció exageradamente plana. Los reposacabezas quedan lejos de la cabeza y no pueden ajustarse para poder acercarlos a la cabeza en una posición deseable.
Las tres plazas de los asientos traseros integran reposacabezas (ver imagen). El de la plaza central tiene una forma de L invertida que se ajusta al respaldo (se puede bajar para favorecer la visibilidad trasera). Los reposacabezas de las plazas laterales se pueden regular en altura, aunque no se puede ocultar (no dificultan excesivamente la visibilidad trasera). Al igual que los reposacabezas de las plazas delanteras, éstos también quedan lejos de la cabeza.
Las plazas traseras son muy amplias, sobre todo en altura. Además, al ser un coche alto, el acceso a las plazas es bueno, pudiéndose instalar dispositivos de retención infantil con muy poco esfuerzo.
Las ventanas traseras no tienen elevalunas. Se abren manualmente mediante una manivela que gira con muy poco esfuerzo (ver imagen). Esta manivela está en una posición que resultaba algo incómoda para las piernas.
Maletero y climatización
En el maletero entra de todo. Con una capacidad de 510 litros, este maletero se impone por encima de berlinas de mayor tamaño como, por ejemplo, un Renault Laguna (450 litros). Las formas son regulares y se puede aprovechar al máximo con facilidad. La iluminación es escasa, pero es un mal común en la mayoría de los coches. Lleva los tapizados justos, y hay mucha chapa a la vista (ver imagen). La apertura se realiza mediante un rudimentario sistema que evita el uso de amortiguadores (se realiza mediante muelles -ver imagen-). No tiene una apertura demasiado amortiguada cuando se abre o se cierra, pero la tapa del maletero se maneja con poco esfuerzo.
Una de las cosas que me gustaría destacar del equipamiento, es la calefacción. Funciona tan bien, que podría ser un referente por la rapidez que alcanza la temperatura deseada (se regula mediante un código de color de pictogramas crecientes en tamaño -ver imagen-). El Dacia Logan dispone del compresor del Renault Clío que se fabrica en México (está específicamente diseñado para combatir las temperaturas extremas de aquel país. Además, la calefacción se ha diseñado para soportar temperaturas de frío extremo.
En movimiento
El Dacia Logan Ambiance 1.2 de 75 CV es un coche agradable de conducir. Los pedales (acelerador, embrague y freno) y el guiado del cambio tienen un tacto extremadamente suave y agradable. A mí me gustó especialmente el tacto del cambioÂ… difícil de encontrar en un coche de este precio. La dirección tiene un tarado algo más duro, quizá resulta algo pesada en maniobras de aparcamiento o similar. Al no ser de dureza variable en función de la velocidad, han elegido la asistencia más adecuada para que sea una dirección lo más precisa posible a diferentes velocidades. En carretera resulta precisa y con un tarado adecuado.
Al igual que el Dacia Sandero, el Logan también recibe el sistema ABS Bosch 9.1 de última generación con repartidor electrónico de frenada (EBV) y sistema de ayuda a la frenada de emergencia que detecta el caso de frenada de urgencia (actúa sobre el circuito hidráulico para aumentar la eficacia del ABS aplicando a los frenos la presión máxima desde el comienzo del frenado). Se nota que lleva tambor en el eje trasero y no resiste el esfuerzo extremo como un freno de disco. No obstante, en un coche con las prestaciones del Dacia Logan el equipo de frenos cumple perfectamente.
El comportamiento dinámico y la estabilidad es la que cabe esperar en un coche con suspensiones blandas con mucho recorrido y diseñadas para funcionar en todo tipo de terrenos, incluso en los más deteriorados. La suspensión absorbe muy bien las imperfecciones, sin que se produzcan rebotes y resonancias parásitas. Es algo que me sorprende en un coche de este precio. Además, la rodadura no genera demasiado ruido.
El Dacia Logan es un coche ruidoso por motor y aerodinámica, sobre todo por lo primero. Se nota que se ha ahorrado en aislamiento acústico para reducir costes. Probablemente no es uno de los coches más ruidosos del mercado, pero el ruido del motor y la aerodinámica se hacen notar.
En carretera no tiene la estabilidad de otros coches más modernos, aunque no es un coche ni mucho menos inseguro. El tren delantero tiende a irse recto con facilidad cuando intentamos poner el coche a prueba. También es un coche en el que el tren trasero se descoloca con facilidad ante un cambio de dirección brusco. No obstante, en condiciones de circulación normales es un coche que responde perfectamente y que cumple sin problemas.
Motor voluntarioso y económico
El motor 1.2 litros de 75 CV es la única opción de gasolina que plantea la gama (ver motor). Sustituye al veterano 1.4 litros MPI de la misma potencia. Nuestra unidad de pruebas no estaba rodada (apenas tenía 40 kilómetros). Por tanto, no podemos hacer una valoración adecuada sobre el funcionamiento y consumo de este motor.
Pese a que no tenía el rodaje ideal, el motor sorprende por lo bien que responde en todo tipo de condiciones. Tiene un carácter muy enérgico dentro de lo que cabe esperar en un motor de esta potencia y cilindrada. Es un motor que tiene una buena respuesta a medio régimen. Afortunadamente, este Logan se mueve muy bien a regímenes moderados.
En marcha normal es un motor que no consume en exceso. En nuestro circuito habitual, con carretera de montaña, vías interurbanas, autovías y recorrido urbano, nos ha dado un consumo medio de 6,8 litros, incluido recorridos buscando las cosquillas del propulsor. No es un dato nada malo teniendo en cuenta que el motor estaba sin rodar. Su consumo con el motor más rodado debería ser mejor.
Conclusión: Casi todos soñamos con poder tener un garaje lleno de Aston Martin, Ferraris, Porsches y algún otro maravilloso vehículo de ensueño al que unos pocos le pueden poner la etiqueta de “mi coche”. Mientras eso sucede, el Logan me lleva y me trae con una dignidad abrumadora. Y con lo que me ahorro, me puedo permitir el “lujo” de alquilar unas vueltas en uno de esos vehículos de ensueño en algún circuito. Si tu idea de la movilidad personal pasa irremisiblemente por la practicidad y, además necesitas espacio y capacidad, éste debería ser tu primer candidato. Y así poder seguir soñando. O no.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez y Dacia
Agradecimientos: La unidad de pruebas ha sido cedida por cortesía de Arroyo S.A., concesionario oficial de Renault en Arroyo de la Encomienda - (Valladolid), Ctra. Burgos-Portugal, km 129. Tlf: +34983408910