La versión más deportiva y radical del modelo de acceso de la división de lujo DS, sigue teniendo continuidad para seguir siendo una opción muy interesante para aquellos conductores que buscan algo más de exclusividad y, sobre todo, deportividad.
Por fuera, hay que reconocer que nuestra versión de pruebas contaba con un aspecto muy deportivo y mejor resuelto que el de la anterior versión. La carrocería estaba pintada en color blanco y estaba muy bien combinada con tonalidades rojas en la parrilla y en los espejos retrovisores. Por su parte, el techo y las llantas estaban pintados en color antracita.
Un toque racing en el habitáculo
Su interior también hace gala de un ambiente deportivo, gracias en gran medida a las inserciones de fibra de carbono y a los asientos. Los delanteros son unos baquet muy confortables que recogen perfectamente el cuerpo -son los mismos que equipa el Peugeot 207 RC-. Las partes más envolventes de la banqueta tienen un mullido muy blando que facilita mucho el acceso al interior. En los respaldos está grabado el logo de “Citroën Racing”.
Los asientos y el apoyabrazos de los paneles de las puertas están revestidos en cuero. Por lo demás, la calidad y el acabado del interior es equivalente al de un DS 3 con el acabado “Sport”. Especial mención merece el plástico que cubre la parte más visible del salpicadero, que es de un material blando y de muy buen aspecto.
El puesto de conducción es casi perfecto, y digo casi, porque he echado en falta que la regulación en altura y profundidad del volante fuera más amplia. Los asientos delanteros ofrecen amplias regulaciones en altura y profundidad, aunque si ponemos el asiento en su posición más baja, el volante quedará un poco lejos como he comentado con anterioridad. Una verdadera pena.
En las plazas traseras no hay demasiada amplitud si viajan dos adultos -tal y como cabe esperar-. La mayor limitación la encontramos en el espacio disponible para las piernas, y es que los asientos delanteros se lo meriendan por completo. Dos niños, con o sin dispositivos de retención infantil, disponen de suficiente espacio.
Un chasis más deportivo
Aunque se ha mantenido intacta la configuración de los esquemas de las suspensiones, los amortiguadores delanteros y traseros adoptan un nuevo reglaje específico. Además, las vías delantera y trasera son 30 cm más anchas que el resto de versiones. Por su parte, la altura de la carrocería se ha rebajado 15 mm.
La suspensión transmite mucha firmeza, aunque no es excesivamente seca. Al tener un corte claramente deportivo, encontramos un coche sumamente eficaz en todo tipo de curvas. No sólo es un coche que transmite mucho agarre en todo tipo de condiciones, sino que también es tremendamente ágil para disfrutar de una conducción realmente divertida.
La dirección también posee una cartografía específica. Tiene un buen tacto, aunque su funcionamiento se ve muy comprometido por la mala puesta a punto de la suspensión delantera. Se transmiten bastantes movimientos parásitos como consecuencia de la entrega de par y nos obliga a sujetar el volante con decisión, ya que lo copia todo. Es como si guiáramos un tren delantero nervioso y descontrolado.
El sistema de frenado incorpora, delante, pinzas de 4 pistones y discos específicos. El tacto de los frenos es excelente, muy cercano a lo que se puede encontrar en un coche de carreras. La frenada es mucho más potente en frenadas cortas, que en las frenadas más largas en las que tenemos que detener al coche por completo.
Una mecánica refinada y deportiva
El DS 3 Racing equipa un motor de cuatro cilindros y 1,6 litros de cubicaje que entrega una potencia máxima de 207 CV. Con esta motorización, el pequeño de los DS ofrece unas buenas prestaciones, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos, recorre 1.000 metros, saliendo desde parado, en 26,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 235 km/h.
El funcionamiento del motor es muy bueno y, aunque se le ha querido dar prioridad para que rinda muy bien en la zona medio-alta del cuentarrevoluciones, es un propulsor bastante utilizable a regímenes moderados.
Esta mecánica se encuentra asociada a un cambio manual de seis velocidades, que tiene un guiado excelente que favorece la rapidez de manejo y el agrado de uso. Lo peor del cambio son los desarrollos, demasiado largos para lo que cabe esperar de una versión tan deportiva como ésta. Cuando circulamos a bajas vueltas, nos obliga a jugar demasiado con el cambio para llevar el motor en la zona buena, que es a partir de unas 3.000 rpm.
Cuando cambiamos de marcha al máximo régimen posible y con rapidez, hemos percibido un pequeño retardo de respuesta por parte del motor.
El tacto de los pedales es mejorable, salvo el del freno que es excelente como anteriormente he comentado. El acelerador tiene un doble fondo bastante incómodo y poco apropiado para un coche de estas características -ese doble fondo sirve para desactivar el regulador de velocidad-. El embrague tiene una asistencia correcta y un tacto preciso.
El consumo es bastante moderado si se tiene en cuenta la potencia que ofrece el motor. En carretera, respetando la máxima limitación de velocidad, el consumo es estabiliza sobre los 7,5 l/100 km, una cifra que se puede rebajar si mejoran las condiciones de la carretera y del tráfico. En ciudad, practicando una conducción normal, sin ser “económica”, el gasto de carburante se incrementa hasta los 8,3 l/100 km. Si eres de los que te gusta conducir en carreteras de segundo orden, con muchas curvas y exprimiendo el motor al máximo, el consumo suele estabilizarse sobre los 11 l/100 km.
Precio y equipamiento
El equipamiento de serie es completo y ofrece, entre lo más destacable, los siguientes elementos: climatizador, regulador y limitador de velocidad, equipo de sonido de alta fidelidad, retrovisores abatibles eléctricos, sensor de parking trasero, sensores de luz y lluvia y asientos deportivos. En cuanto a su equipamiento opcional, destaca el navegador (500 €), cámara de visión trasera (200 €) y las luces de xenón (987 €). El DS 3 Racing está disponible en los concesionarios desde 30.000 € (consultar todos los precios).
Conclusión: La versión más deportiva de la gama DS 3 destaca por sus prestaciones y tacto deportivo. Entre sus puntos fuertes hay que mencionar la puesta a punto de su bastidor, que es muy deportiva, y el buen rendimiento de su motor turbo. El equipamiento del interior y las posibilidades de personalización también son señas de identidad de esta versión tan especial.