Quienes quieran hacerse con un Citroën DS3 dotado de un corazón que entrega 207 CV de potencia y que alcanza los 100 km/h en 6.5 segundos, podrán decidirse por un Citroën DS3 Racing. Ahora bien, si además van a pedir que su coche calce de serie llantas de aluminio de 18” Nemesis, incorpore el sistema de navegación eMyWay y vaya firmado por Loeb, ya no lo van a poder adquirir. Una verdadera lástima.
La serie limitada a 200 unidades del DS3 Racing se ha agotado prácticamente en el mismo momento de ponerse a la venta. Y eso que la marca no ha hecho ninguna campaña de promoción. Comercializado en España a un precio de 34.190€, el Citroën DS3 Racing “byLoeb” viste su carrocería de negro Tarmac y completa su indumentaria con rojo Aden en techo, carcasas de los retrovisores y banda decorativa del salpicadero, y confirma su carácter deportivo con una placa numerada y firmada por el piloto francés (aquí puedes ver todos los precios de la gama DS3).
Al igual que la versión “Racing”, la “byLoeb” ha sido desarrollada por "Citroën Racing", que es el departamento de competición de la marca francesa.
Muy pintón
El interior sigue la línea marcada por la carrocería, con un diseño muy llamativo y personalizado. El salpicadero tiene inserciones plásticas pintadas en color rojo que se rayan con facilidad- e inserciones de fibra de carbono en el volante, los soportes de la parte superior del cuadro de instrumentos, en los reposabrazos de las puertas y en la consola. Al igual que la carrocería, también hay adhesivos en el salpicadero y una placa numerada en el techo.
Los asientos delanteros son unos baquets muy confortables que recogen perfectamente el cuerpo -son los mismos que equipa el Peugeot 207 RC-. Las partes más envolventes de la banqueta tienen un mullido muy blando que facilita mucho el acceso al interior. En los respaldos está grabado el logo de "Citroën Racing”.
Los asientos y el apoyabrazos de los paneles de las puertas están revestidos en cuero. Por lo demás, la calidad y el acabado del interior es equivalente al de un DS3 con el acabado "Sport". Sin embargo, hay detalles mejorables. Por ejemplo, se echa en falta que casi todos los compartimentos en los que podemos dejar objetos no tengan alfombrillas de goma para evitar ruidos y que el pomo del cambio y la visera que cubre el panel de instrumentos no tengan un anclaje mucho más sólido. Por lo demás, el aspecto en líneas generales es bueno, aunque no es el que cabe esperar en un coche de este tamaño que supera los 30.000 €. A mí me ha gustado el plástico, de tacto blando, que recubre la parte más visible del salpicadero. Es un tipo de material que no he visto en otros coches y que ofrece un aspecto bastante bueno para la calidad que tiene.
El puesto de conducción es casi perfecto, y digo casi, porque he echado en falta que la regulación en altura y profundidad del volante fuera más amplia. Los asientos delanteros ofrecen amplias regulaciones en altura y profundidad, aunque si ponemos el asiento en su posición más baja, el volante quedará un poco lejos como he comentado con anterioridad. Una verdadera pena.
En las plazas traseras no hay demasiada amplitud si viajan dos adultos -tal y como cabe esperar-. La mayor limitación la encontramos en el espacio disponible para las piernas, y es que los asientos delanteros se lo meriendan por completo. Dos niños, con o sin dispositivos de retención infantil, disponen de suficiente espacio.
Una puesta a punto específica en su bastidor
Aunque se ha mantenido intacta la configuración de los esquemas de las suspensiones, los amortiguadores delanteros y traseros adoptan un nuevo reglaje específico. Además, las vías delantera y trasera son 30 cm más anchas que el resto de versiones. Por su parte, la altura de la carrocería se ha rebajado 15 mm.
La suspensión transmite mucha firmeza, aunque no es excesivamente seca.
Dinámicamente hablando, no es un coche que te ponga las cosas fáciles a poco que queramos ir rápido. Para empezar, es muy nervioso y, tanto suspensiones como la dirección, lo copian todo. Sus reacciones tampoco es que transmitan mucha confianza al conductor, ya que el tren trasero desliza con brusquedad y rapidez a poco que lo queramos provocar en curva.
En curva lenta, me hubiera gustado encontrar algo más de grip en el tren delantero. Ya en zonas rápidas es un coche algo más eficaz, pero toda esa eficacia se obtiene a base de valor, decisión y buenas maneras al volante.
El sistema de frenado incorpora pinzas de 4 pistones y discos específicos en el tren delantero. El tacto de los frenos es excelente, muy cercano a lo que se puede encontrar en un coche de carreras. La frenada es mucho más potente en frenadas cortas, que en las frenadas más largas en las que tenemos que detener al coche por completo.
Frenando con la dirección recta a altas velocidades (por ejemplo de 180 km/h a 0 km/h) es un coche tremendamente delicado, ya que el tren trasero tiende a zigzaguear de forma impredecible sin saber claramente que reacción va a tener el coche en este tipo de situaciones.
El control de estabilidad también es algo brusco cuando actúa e interviene a poco que el coche pierda adherencia, no obstante, no es capaz de corregir la trayectoria cuando frenamos en línea recta a altas velocidades.
En condiciones de conducción normal a velocidades moderadas, ya sea en recorrido urbano o por carretera, resulta un coche satisfactorio y bastante agradable de conducir.
Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos Bridgestone Potenza RE 050 A 215/40 R18 con código de carga "89" y de velocidad "W". Su nivel de adherencia en seco me ha parecido excelente.
Motor turbo de 207 CV
El Citroën DS3 Racing equipa un motor de cuatro cilindros y 1,6 litros de cubicaje. Es un propulsor desarrollado en estrecha colaboración entre PSA (Citroën / Peugeot) y BMW. Esta mecánica también lo equipan modelos como el MINI John Cooper Works (211 CV) y Peugeot 207 RC (175 CV), por ejemplo. En el caso del DS3 Racing, alcanza una potencia máxima de 207 caballos a 6.000 vueltas y un par motor de 275 Newton metros, disponible entre 2.000 y 4.000 revoluciones por minuto.
Respecto a la versión de 150 CV (ver prueba), la versión de 200 CV incorpora una serie de optimizaciones mecánicas que afectan al turbocompresor, a la cartografía del motor y al sistema de escape.
Con este motor, el Citroën DS3 ofrece unas buenas prestaciones, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos, recorre 1.000 metros, saliendo desde parado, en 26,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 235 km/h.
El funcionamiento del motor es muy bueno y, aunque se le ha querido dar prioridad para que rinda muy bien en la zona medio-alta del cuentarrevoluciones, es un propulsor bastante utilizable a regímenes moderados.
Esta mecánica se encuentra asociada a un cambio manual de seis velocidades, que tiene un guiado excelente que favorece la rapidez de manejo y el agrado de uso. Lo peor del cambio son los desarrollos, demasiado largos para lo que cabe esperar de una versión tan deportiva como ésta. Cuando circulamos a bajas vueltas, nos obliga a jugar demasiado con el cambio para llevar el motor en la zona buena, que es a partir de unas 3.000 rpm.
El tacto de los pedales es mejorable, salvo el del freno que es excelente como anteriormente he comentado. El acelerador tiene un doble fondo bastante incómodo y poco apropiado para un coche de estas características -ese doble fondo sirve para desactivar el regulador de velocidad-. El embrague tiene una asistencia correcta y un tacto preciso.
El consumo es bastante moderado si se tiene en cuenta la potencia que ofrece el motor. En carretera, respetando la máxima limitación de velocidad, el consumo es estabiliza sobre los 7,5 l/100 km, una cifra que se puede rebajar si mejoran las condiciones de la carretera y del tráfico. En ciudad, practicando una conducción normal, sin ser "económica", el gasto de carburante se incrementa hasta los 8,3 l/100 km. Si eres de los que te gusta conducir en carreteras de segundo orden, con muchas curvas y exprimiendo el motor al máximo, el consumo suele estabilizarse sobre los 11 l/100 km.
Equipamiento y rivales
En cuanto a equipamiento se refiere, esta versión limitada está basada en la versión con el acabado Sport (ver configurador de Citroën). Opcionalmente, se puede añadir el sistema de navegación con bluetooth y un equipo de sonido de mayor calidad por 718 € y el sistema de ayuda al aparcamiento delantero por 218 €.
Si lo comparamos con sus rivales directos (MINI JCW, Renault Clio Sport, Opel Corsa OPC, Peugeot 207 RC, SEAT Ibiza Cupra, Volkswagen Polo GTi, Skoda Fabia RS o Abarth 500), el Citroën tiene un precio demasiado elevado.
Conclusión: Citroën DS3 “byLoeb” ha sido un visto y no visto. Las 200 unidades que Citroën ha puesto a la venta, han volado con una rapidez sorprendente. Si logras hacerte con una de ellas, aunque ya tenga que ser en el mercado de segunda mano, encontrarás un coche exclusivo, rápido y que te divertirá mucho si te gusta que te pongan las cosas complicadas cuando se trata de ir rápido en una carretera llena de curvas. El motor es de lo mejor del conjunto, ya que resulta muy potente, con un consumo moderado en condiciones normales y con un tacto suave y agradable.