El Citröen C5 recibe un restyling y un reequipamiento interesante para aguantar las embestidas de la competencia, cada vez mayores y de más calidad. También se pone al día para poder mantener los argumentos que le han colocado como una de las berlinas mas vendidas en los últimos tiempos. Vamos paso a paso a ver como es este vehículo.
Hemos tenido la oportunidad de probar la versión Diesel de 163 CV asociada al equipamiento más alto, el “Exclusive”. Esta variante se puede adquirir desde 30.050 € (ver configurador).
Acceso al habitáculo y asientos
Nada mas abrir la puerta, nos damos cuenta que este coche tiene algo especial, y es el trato que ofrece a los ocupantes, el cual se ha cuidado especialmente. Por ejemplo, el asiento del conductor nos da la bienvenida retrasándose para hacernos el acceso más sencillo. Se agradece el detalle en un coche que tiene un gran umbral de acceso, tanto en las plazas delanteras, como en las traseras. No obstante, los conductores de menor talla notarán que el asiento se retrasa demasiado. Cuando ponemos el contacto, el asiento se coloca en la última posición memorizada de forma automática –tiene dos memorias disponibles- (ver imagen).
Todos los asientos y, los delanteros en particular, son muy buenos. Los delanteros disponen de múltiples ajustes eléctricos. Aparte de los habituales en longitud, altura, inclinación del respaldo y ajuste lumbar, los delanteros tienen el respaldo dividido en dos secciones para ajustar la forma de la espalda –este detalle se agradece, ya que esta regulación permite recoger aún mejor la zona de los hombros-.
El asiento del conductor tiene función de masaje -sólo en la parte inferior de la espalda-. Realmente es un movimiento continuo del ajuste lumbar con un temporizador. Además, los dos asientos delanteros están calefactados (ver imagen).
Los asientos delanteros tienen un respaldo de altura generosa, que será del agrado de las personas mas altas, que verán su espalda mas protegida que en otros vehículos. No obstante, hay un detalle muy importante a mejorar, y es que, los reposacabezas no son aptos para las personas más altas. Una persona de 1,88, como el que escribe, se encuentra que, al intentar poner el reposacabezas a la altura correcta, éste, se sale de las guías. En mi caso, el reposacabezas –colocado en la posición más alta- quedaba a la altura de mi nuca, que no es lo más indicado para proteger a los ocupantes de las plazas delanteras en caso de tener un golpe por alcance.
Los asientos de esta unidad estaban guarnecidos completamente en cuero gris claro de grano fino y buena calidad. Aparentemente, nos ha dado la impresión de ser un tapizado resistente al uso continuo. Además, el tejido es agradable al tacto y hemos comprobado que es muy sencillo de limpiar.
Los asientos traseros son cómodos, incluso para tres adultos que no sean muy voluminosos, sobre todo en anchura. Son asientos muy aprovechables de lado a lado, ya que permiten que los ocupantes de las plazas laterales puedan ir sentados muy cerca de las puertas para ganar unos centímetros de espacio lateral. Tres niños con sistemas de retención infantil de cualquier grupo viajarán justos, pero con espacio suficiente para poder poner los sistemas de anclaje y sus cinturones. Las plazas traseras se abaten con un pulsador -el respaldo se abate y la banqueta se inclina sobre el respaldo delantero- para dejar un piso completamente enrasado con el suelo del maletero.
Maletero
Tiene unas dimensiones correctas y unas formas regulares (ver imagen). Cuenta con apenas 439 litros, lo cual, para su tamaño, lo coloca en la mitad de su categoría. Está muy bien terminado y completamente guarnecido en moqueta de pelo corto. Equipa un cajón y cuatro ganchos para poner una red. Debajo del falso suelo, tenemos las herramientas y la rueda de repuesto de uso temporal (ver imagen). Por último, la luneta trasera cóncava permite que la boca de carga sea lo más amplia posible (ver imagen). Sin duda, una solución bastante ingeniosa.
Acabados
Dentro del habitáculo, el amplio equipamiento y la calidad percibida hacen muy agradable la vida a bordo. Todo el interior esta recubierto con materiales de muy buena apariencia visual y unos ajustes bien resueltos. Tanto los plásticos empleados en el salpicadero y consola, como los guarnecidos plásticos y textiles de puertas, asientos y suelo, tienen buena apariencia y tacto agradable. Los plásticos que no son blandos están bien pintados, con un acabado ligeramente brillante que da buen aspecto, como los de la consola y los paneles de las puertas. Todo esta bien colocado y no se ven fallos evidentes de montaje de piezas, ni ajustes mal realizados. No obstante, hay detalles que debería mejorar. Por ejemplo, algunos botones de la consola tienen un tacto muy endeble y, a veces, se quedan encajados entre sí. Además, el plástico empleado en el centro de la consola tiene un peor aspecto que el resto de los usados en el interior.
Me gustó, especialmente, el aspecto, la solidez y el tacto que tiene el plástico mullido que recubre la parte superior del salpicadero.
La iluminación del habitáculo es buena, ya que tiene suficientes plafones -en el techo y en los pies de los ocupantes- que dan una buena intensidad. Adicionalmente, el habitáculo presenta un alumbrado de ambiente en ámbar que le da cierta calidez.
Huecos y compartimentos
Existen varios huecos repartidos por el interior del habitáculo que contribuyen a dar mayor capacidad de almacenaje o, en el caso de tener a niños como pasajeros, disponer de espacios suficientes para que el coche no parezca el trastero de casa. El conductor tiene un hueco a la izquierda del volante, con tapa batiente y fondo recubierto de goma, para poner un móvil o similar (ver imagen). Las puertas delanteras tienen unas bolsas con suficiente capacidad, en cambio, las bolsas de las plazas traseras tienen una capacidad más bien escasa, para nuestro gusto (ver imagen). En la parte inferior de la consola tenemos un hueco con tapa y toma de corriente configurada para fumadores (ver imagen). Detrás del mando eléctrico del freno de mano tenemos un hueco de poca capacidad. Debajo de la tapa del reposabrazos hay un hueco grande y profundo, con un posavasos abatible (muy útil) y una conexión USB que tiene tapa (ver imagen). Al final de la consola, hay un cenicero grande, con tapa y toma de corriente. La guantera tiene una gran capacidad, es grande, profunda, está iluminada y refrigerada. En el respaldo de la plaza central trasera tenemos un posavasos retráctil y un pequeño hueco con tapa (ver imagen).
Mandos: disposición y funcionamiento
El cuadro de instrumentación tiene una tipografía e iluminación, en blanco para los relojes y ámbar para los indicadores y el resto de testigos de la consola, puertas y pantalla multifunción -es muy agradable a la vista-. La intensidad de la iluminación del cuadro se puede regular mediante unos botones de difícil acceso.
Los mandos del puesto de conducción están bien dispuestos y son muy accesibles. No obstante, debería mejorar el mando del navegador, que tiene un manejo confuso y está demasiado alejado del conductor. Es imposible manejarlo sin mirar sus botones.
El botón que nos permite consultar el menú del ordenador es sencillo e intuitivo. Está situado en el mando de los ajustes del limpia y lava parabrisas, y nos ofrece datos sobre consumos, velocidades y distancias habituales.
Los mandos dispuestos en la parte central y fija del volante son mejorables por tacto y funcionamiento (ver imagen). Están dispuestos en dos grupos de botones a ambos lados de la parte central. A la izquierda, tenemos los mandos que gestionan el regulador y limitador de velocidad, el control del ordenador de bordo, el navegador y el sistema manos libres bluetooth (ver imagen).
Por su parte, a la derecha, se puede controlar el sistema de audio y la configuración de la pantalla del navegador, entre otras funciones (ver imagen). El funcionamiento es sencillo, ya que cada botón tiene una función, no obstante, por tacto, son mejorables. La apariencia de la goma que recubre la parte central y que lleva serigrafiadas las funciones de cada botón, cuenta con un acabado que no aguantará bien el paso del tiempo, como hemos comprobado en algunas unidades que apenas tienen un par de años.
El volante tiene un diámetro adecuado, justo en el límite de lo que se podría empezar a considerar un volante grande. El grosor del aro es fino y el tacto del mismo es duro -está recubierto de un cuero de tacto agradable-. Los radios del volante no tienen la mejor ubicación para agarrarlo con suficiente confort. A lo pocos kilómetros, los brazos no van relajados y nos cansamos con prontitud. En la mitad del volante se han introducido dos piezas de metal pulido que no da mucha sensación de frío cuando entramos en contacto con ellas –su presencia es, meramente, estética-. El volante tiene regulación mecánica en altura y profundidad.
La consola contiene el climatizador, los mandos del equipo multimedia y/o audio y del navegador, que en nuestra unidad era el NaviDrive 3D. El equipo de sonido es más que correcto. Está firmado por Philips y tiene un sonido bastante bueno. Gestiona bien los discos CD con mp3/wma/cd audio, las memorias USB y los sistemas mp3 -la conexión USB está situada en el reposabrazos-. Nosotros hemos conectando un Ipod con el conector original, que es USB, y no ha funcionado. Lo ponía en carga, pero no lo gestionaba con éxito.
El Citroën C5 puede equipar el servicio SOS y el sistema “Citröen eTouch” –no los hemos podido probar, ya que no estaban activados para esta unidad-, no obstante, su funcionamiento es muy sencillo y transparente para el usuario. Integra dos botones dedicados -uno para cada función- al lado de la pantalla del navegador (ver imagen).
El sistema “Citröen eTouch” tiene dos programas; uno que nos permite controlar las revisiones periódicas prefiguradas y, otro, que nos monitoriza el tipo de conducción que realizamos para saber si es energéticamente eficiente –se puede consultar en nuestro propio perfil de MyCITROËN en la web de Citroën-. Adicionalmente, tenemos dos servicios gratuitos; el botón SOS, que nos permite realizar llamadas de emergencia –se activa automáticamente en caso de accidente-, y el botón que sirve para contactar con el servicio de asistencia en carretera.
Navegador, equipo de sonido y climatizador
El navegador es muy completo y tiene una buena resolución de pantalla. Cuenta con un modo 3D en el que aparecen representados los edificios emblemáticos, de cada ciudad, en tres dimensiones. Si tuviera una base de datos de radares, sería perfecto.
Los menús del sistema de audio y del navegador son bastante intuitivos y de funcionamiento sencillo, no hace falta mucho tiempo ni entrenamiento para hacerse con su funcionamiento (ver imagen).
En la consola tenemos, aparte del mando que controla el navegador y las funciones de los menús del sistema NaviDrive, un teclado alfanumérico para la marcación del teléfono, así como teclas dedicadas para marcar y colgar. También tenemos un mando dedicado para el sistema de audio (ver imagen).
El bluetooth para el teléfono funciona perfectamente. La emisión y la recepción son buenas, y la gestión de la agenda del teléfono se hace de forma transparente y automática para el usuario. El perfil de bluetooth no tiene perfil de audio A2DP.
Esta unidad llevaba la posibilidad de reproducir una fuente de vídeo PAL o NTSC vía RGB. Ha funcionado bien con una fuente de vídeo de alta calidad. Al iniciar la marcha la pantalla se pone en azul hasta que cambiamos de fuente multimedia.
El climatizador bizona tiene un funcionamiento bueno; mantiene la temperatura sin grandes cambios y sin enviarnos un fuerte flujo de aire demasiado potente para compensar saltos en la temperatura. Para las plazas traseras, además de las salidas de aire situadas debajo de los asientos delanteros, tenemos salidas de aire en los marcos del pilar B -son condenables y orientables-.
Cambio y freno de mano
Detrás del climatizador tenemos el selector del cambio manual de 6 velocidades (ver imagen). Tiene un tacto bueno, un cambio de marchas bien marcado y un funcionamiento suave.
Detrás del selector del cambio tenemos el mando del freno eléctrico (ver imagen). Tiene desactivación automática al iniciar la marcha, y activación automática al parar el motor y retirar la llave de contacto, lo que lo hace realmente útil y cómodo. Así es como tiene que ser un freno de mano asistido.
Detalles de equipamiento
El Citroën C5 tiene varios sistemas de ayuda a la conducción. Por ejemplo, el buscador de espacio de aparcamiento -algo muy útil para un vehículo tan largo como éste-, el asistente de arranque en cuesta -funciona muy bien-, o el asistente de cambio de carril –nuestra unidad no lo equipaba y, por tanto, no lo hemos podido probar-. También tenía detectores de aparcamiento delantero y trasero, imprescindibles en un coche de estas dimensiones.
El alumbrado es una de las funciones que ha recibido cambios en este reequipamiento del Citroën C5 –ahora, las luces diurnas son de diodos- (ver imagen). Además, esta unidad equipaba luces de descarga de gas xenón para las funciones de cruce, y función AFS para las de carretera. El resto de funciones cuentan con luces halógenas. El alumbrado de cruce y carretera es muy bueno, por intensidad y tamaño del haz luminoso. Muy recomendable.
Este vehículo tiene la posibilidad de condenar el cierre y los elevalunas de las puertas traseras mediante un botón –no hace falta condenarlas mecánicamente- (ver imagen). Es un detalle a valorar en una berlina de corte familiar. Además, las puertas traseras equipan cortinillas escamoteables, que pueden venir muy bien para proteger a los niños en días muy soleados (ver imagen).
Motorización, caja de cambios y consumo
El motor es muy lineal y potente. No decae en prácticamente toda su banda de utilización y es agradable, ya que responde bien en casi cualquier circunstancia. Tampoco tiene retardos significativos en la entrega de potencia y es agradecido a la petición del acelerador.
Los 163 CV se hacen notar cuando aceleramos a plena carga, respondiendo casi inmediatamente a los requerimientos del acelerador.
Aunque el desarrollo de la caja de cambios fomenta el confort y las relaciones largas, el motor mueve con suficiencia al vehículo. En marcha normal es un motor que tiene un consumo ejemplar, muy bueno. Para nosotros está entre los que mejor se ha portado en este sentido. En nuestro circuito habitual -combina carretera de montaña, vías interurbanas, autovías y recorrido urbano-, nos ha dado un consumo medio de 7,0 litros, incluido recorridos buscando las cosquillas del propulsor. No es un dato malo teniendo en cuenta la masa del vehículo -1684 kg-. Si decidimos realizar un tipo de conducción en el que prime la economía, las cifras de consumo se pueden rebajar considerablemente.
Confort acústico
El nivel sonoro interior es muy bueno, gracias al confort de rodadura que nos da la suspensión Hidractiva III+ y a los vidrios laminados de las puertas y cristales de custodia –limitan, en gran medida, el nivel sonoro aerodinámico y mecánico exterior-. Si a esto le sumamos que el motor HDI de 163 CV es de los más silenciosos de su categoría -es un motor muy silencioso en frío y en caliente aún más-, nos encontramos un conjunto en el que el confort acústico es una prioridad.
Comportamiento dinámico
En marcha, el Citroën C5 es una vehículo muy aconsejable para aquellos conductores que buscan una berlina muy confortable con un nivel de estabilidad a la atura de las mejores berlinas de su segmento.
Para encontrar un modelo tan confortable como el C5, hay que irse a coches más costosos, y no todos llegan al nivel de confort que ofrece el modelo francés. Eso sí, si lo que buscas es diversión y dinamismo, es mejor que barajes otras opciones, porque el C5 te resultará anodino, que no aburrido.
La dirección es extremadamente suave y poco comunicativa, no obstante, el vehículo siempre va bien asentado en la carretera, gracias, en gran medida, a los enormes neumáticos de 235/45R19 (ver imagen). En ciudad, y a la hora de maniobrar en parado o a velocidades muy bajas, la dirección siempre se ha mostrado suave y agradable de utilizar.
Suspensión Hidractiva III+
Nuestra unidad de pruebas equipaba la suspensión Hidractiva III+, que cuenta con varios programas de funcionamiento.
Para empezar, dispone de cuatro modos de altura, ajustables mediante dos botones ubicados en el túnel de transmisión (ver imagen). La información relativa al estado de la suspensión se visualiza en la pantalla multifunción situada en el panel de instrumentos (ver imagen).
Los modos de altura son los siguientes: Posición baja, normal, semi-alta y alta. La posición baja sirve para cargar el vehículo con mayor facilidad –sólo se puede circular hasta 10 km/h- (ver imagen). La posición normal es la que se utiliza para circular –en función de la velocidad varía automáticamente la altura para favorecer la estabilidad, sin perder un ápice de confort- (ver imagen). La posición semi-alta sirve para circular en superficies en mal estado –sólo se puede circular hasta 40 km/h- (ver imagen). Por último, la posición alta sirve para librar obstáculos que puedan dañar los bajos del vehículo, por ejemplo, al pasar por una rampa de garaje muy pronunciada en la que necesitamos un buen ángulo ventral –con esta modalidad sólo se puede circular hasta 10 km/h- (ver imagen).
Para circular en carretera, disponemos de dos posiciones: “NORMAL” y “SPORT”. La posición “NORMAL” se activa automáticamente cuando arrancamos el coche. Tiene un tarado de suspensión claramente orientado al confort –además, este modo, dispone de una posición BAJA que se activa automáticamente al desconectar el encendido del motor-.
Si queremos que el balanceo de la carrocería sea más contenido, podemos seleccionar la posición “SPORT” que, aunque no experimentemos grandes diferencias frente a la posición “NORMAL”, disminuía de forma evidente los movimientos de balanceo en las curvas.
Independientemente del programa elegido, se nota que la premisa es el confort de los pasajeros. Cualquier irregularidad normal de la carretera se ve filtrada a la perfección, y los pasajeros apenas perciben las irregularidades de la carretera.
Conclusión: Del Citroën C5 Exclusive HDi 160 me ha gustado su confort de marcha, su motor, su equipamiento de seguridad, sus fantásticos asientos delanteros y su calidad general. Si dinámicamente fuera un poco más ágil y no tuviera ese tacto tan confortablemente suave, sería un vehículo perfecto para la movilidad confortable de la familia y para los momentos de esparcimiento de los padres. Es posible que no podamos tenerlo todo. O puede que sí. Ya veremos.
Texto: Antonio Guzmán
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez
