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Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CV

Dentro de la inmensa mayoría de monovolúmenes que hay en el mercado, el Orlando es una de las opciones más interesantes que hay en estos momentos. Nosotros probamos la versión más potente de la gama (el 2.0 Diesel de 163 CV) asociada al acabado más alto (LTZ), un modelo muy satisfactorio por habitabilidad, prestaciones, equipamiento y precio.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVComo te estarás preguntando qué ofrece el Orlando que sus feroces oponentes no tienen, en primer lugar te diría que no hay un monovolumen de este tipo y precio que ofrezca un motor Diesel de 163 CV (todos sus rivales pueden llegar a tener un precio similar pero, a cambio, equipan motores de menor potencia), su equipamiento puede llegar a ser muy completo sin que el precio se dispare, ofrece un buen comportamiento dinámico y es un coche confortable por suspensión y acústica si lo comparamos con modelos de precio equivalente.

Interior
Para ponernos en situación, hay que decir que el Chevrolet Orlando es un monovolumen de 4.652 mm de largo que ofrece un habitáculo muy amplio de hasta siete plazas.

El interior es muy amplio en todas sus cotas, sobre todo destaca por el espacio que hay en altura y anchura. En las plazas delanteras es donde más se ha cuidado el confort, ya que son espaciosas y tienen unos buenos asientos. Éstos, recogen perfectamente el cuerpo, ya que cuentan con un mullido con la firmeza ideal para que sean confortables y no pequen de blandos. Los reposacabezas cuentan con regulaciones en altura y profundidad, con cuatro posiciones prefijadas para la primera opción y tres para la segunda. Aunque quedan cerca de la cabeza, una persona de 1,75 m (aproximadamente) no podrá regularlos en el punto ideal.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVPara mejorar, aún más, el confort y la seguridad, los cinturones de seguridad se pueden regular en altura y el asiento del conductor tiene un apoyabrazos muy confortable que transmite solidez (el asiento del acompañante no lo tiene, lo que me parece un fallo importante).

El puesto de conducción se adapta perfectamente a diferentes estaturas, ya que el asiento del conductor cuenta con un amplio reglaje en altura y el diseño del habitáculo y de los diferentes mandos permite que personas de diferente estatura y complexión puedan adaptarse mejor que en otros coches de este tipo. El acceso a todos los mandos de control es muy bueno y sólo eché en falta que la regulación longitudinal del volante fuera un poco más amplia (el volante se puede ajustar la altura y la inclinación de la columna de dirección, con un ángulo de inclinación de más/menos 2,4 grados).

Como en la mayoría de los turismos, en la segunda fila de asientos el nivel de confort y seguridad disminuye ostensiblemente. Para empezar, los asientos están fabricados con una espuma más blanda que la de los delanteros, son menos ergonómicos y sujetan muy poco el cuerpo. La posición de la banqueta es más bien elevada y la postura que tenemos cuando nos sentamos se podría definir como correcta aunque no especialmente confortable, no obstante, el respaldo se puede reclinar en varias posiciones para ir algo más cómodo. En cuanto a espacio se refiere, es lo que más o menos se espera en un coche de este tamaño con tres filas de asientos, aunque no hay mucho espacio para los pies y para las rodillas, sí que lo hay en altura.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVPara mejorar el confort, hay apoyabrazos en los paneles de las puertas y en la plaza central (ver imagen). Los reposacabezas, con forma de coma, únicamente se pueden regular en altura y, aunque no son perfectos, quedan cerca de la cabeza.

Además de todo lo comentado, en la segunda fila de asientos he echado en falta un par de detalles que mejorarían un poco más la funcionalidad y el confort. Son los siguientes: En primer lugar, la banqueta de los asientos no se puede mover longitudinalmente (esto vendría muy bien para ampliar el espacio para las piernas en el caso de que no viajaran ocupantes en la tercera fila de asientos) y, en segundo lugar, se echa de menos más compartimentos para guardar objetos.

La tercera fila de asientos es válida para dos niños. Para dos adultos, el espacio es bastante limitado, aunque me ha parecido mejor si se compara con otros monovolúmenes de siete plazas. En este sentido, es cierto que hay poco espacio y el nivel de seguridad no es el equivalente al de la primera fila de asientos, pero no hay una sensación notoria de agobio y son dos plazas que valen más que para una emergencia puntual. Respecto a las dos primeras filas, la calidad de confort y seguridad es mejor, ya que los asientos son bastante peores, los reposacabezas no ofrecen regulaciones (tampoco es posible debido a la carencia de espacio) y el entorno del habitáculo está formado por unos plásticos rígidos muy poco vistosos y confortables.

Una vez que todos los ocupantes del Chevrolet Orlando estén acomodados en sus asientos, disfrutarán de un espacio interior para piernas y cabeza muy competitivo en comparación con otros vehículos de esta categoría. El espacio para las piernas del conductor y su acompañante es de 1.034 mm, mientras que los pasajeros de la segunda fila disfrutarán de 917 mm, lo que coloca al Orlando entre los más espaciosos del segmento. El espacio para la cabeza en la primera fila es de 1.020 mm, y para la segunda asciende a 983 mm, mientras que los pasajeros de la tercera fila disfrutarán de 945 mm; de lo mejor de su categoría, incluso con el techo exterior con caída del Orlando.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVEl acceso a todas las filas de asientos es realmente bueno. Los dos asientos externos de la segunda fila se pueden abatir hacia delante, plegándose dos veces de modo que la parte posterior del asiento y el cojín se convierten en una unidad que se acopla a la parte posterior del asiento del conductor o del acompañante, facilitando el paso de los ocupantes de la tercera fila (ver imagen).

La posición de los asientos y la boca de acceso al habitáculo, permiten instalar con comodidad cualquier dispositivo de retención infantil. En la plaza del acompañante se pueden instalar sistemas de los grupos 0 (hasta 10 Kg), 0+ (hasta 13 Kg), I (de 9 a 18 Kg). En los asientos de la segunda y tercera fila se pueden instalar sistemas de los grupos 0 (hasta 10 Kg), 0+ (hasta 13 Kg), I (de 9 a 18 Kg), II (de 15 a 25 Kg), III (de 22 a 36 Kg).

Salvo los materiales plásticos utilizados para cubrir todo el entorno del maletero y de la tercera fila de asientos, el resto de materiales ofrecen una calidad que se adecua a lo que cabe esperar en un coche de este precio y categoría. Aunque todos los materiales, salvo los apoyabrazos de los paneles de las puertas, son rígidos, ofrecen un buen aspecto, acabado y solidez.

Hay algunas inserciones plásticas lacadas en un color negro brillante que le dan algo más de empaque al salpicadero. Este tipo de plástico suele rayarse con facilidad, aunque en el caso de nuestra unidad (tenía unos 14.000 km) estaba en perfectas condiciones.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVQuizá, la disposición más habitual sea abatir la tercera fila para poder transportar a un máximo de 5 pasajeros y aumentar el volumen de carga hasta los 454 litros. Si abatimos por completo la segunda y la tercera fila, la zona de carga aumenta hasta convertirse en una de las más voluminosas de su categoría: 852 litros (ver imagen). Por cierto, a partir de 2013, el asiento del acompañante también adoptará una funcionalidad semejante, de modo que podrá abatirse para crear una zona de «mesa» para el conductor. Incluso con la tercera fila de asientos en su lugar, el Orlando sigue ofreciendo una útil zona de carga de 89 litros (ver imagen).

Compartimentos y maletero
Puede que el Orlando no sea el monovolumen con más compartimentos y recovecos, pero todos los huecos que hay para guardar objetos cuentan con bastante capacidad y están muy bien ubicados. En la parte delantera, para evitar que el conductor y su acompañante tengan que rebuscar monedas en bolsillos o compartimentos de puertas, se ha colocado un monedero con ranuras al pie de la consola central. Ésta, también incluye dos soportes grandes para vasos (ver imagen) y un compartimento entre los enganches del cinturón de seguridad que presenta una cubierta deslizante retráctil que, por cierto, se atasca bastante (ver imagen).

Los compartimentos de las puertas delanteras son lo bastante grandes como para guardar una botella de agua y varios mapas, mientras que las puertas traseras también incluyen soportes para botellas (ver imagen). El amplio espacio de carga del Orlando tiene compartimentos adicionales. Uno de ellos se abre tirando de una tapa incorporada en el suelo de la zona de carga, donde se encuentra con el travesaño del parachoques trasero (ver imagen). Los otros dos compartimentos, de forma triangular, se encuentran detrás de cada arco de las ruedas.

Salvo un hueco que hay en la consola (ver imagen), ninguno de los compartimentos del habitáculo están revestidos con fibras o fondos de goma. Tampoco están iluminados, únicamente la guantera y su iluminación es más bien pobre.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVEl maletero es muy práctico, no sólo por su capacidad y acceso, sino por los compartimentos que integra. Justo en la boca de carga, hay un compartimento debajo del piso del maletero que puede ser muy útil para guardar un paraguas, los mapas de carretera, los triángulos de señalización y algún objeto extra (ver imagen). En los extremos del piso hay otros dos huecos bastante prácticos en los que se pueden guardar más cosas. En la parte lateral derecha, hay un compartimento con tapa que esconde el kit antipinchazos (la tapa está sujeta al panel lateral mediante unas grapas que dificultan mucho la apertura). Por último, hay una red que permite sujetar muy bien la carga para que quede perfectamente sujeta.

Además, Chevrolet ofrece varios accesorios que aumenta, aún más, la practicidad de este maletero. De esta forma, se puede instalar una bandeja que cubre el maletero y que lo protege de las cargas húmedas y sucias (cuesta 81 €), una red de carga (cuesta 47 €), un separador de carga y perros (cuesta 240 €) y un organizador que divide la carga en tres paneles (cuesta 129 €).

Mandos: disposición y funcionamiento
El aspecto de interior es vistoso y moderno. Todos los mandos están bien ordenados, no hay recarga de botones en ningún sitio y las diferentes funciones se manejan con rapidez y eficacia.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVEl salpicadero es poco intrusivo, lo que supone una liberación de espacio para las piernas y una sensación de espacio acentuada. Lo peor de todo es que, al estar alejado, hay muchos mandos del equipo de sonido y del sistema de navegación que no quedan muy al alcance del conductor, por lo que hay que estirar el brazo derecho algo más de lo deseado.

Todos los mandos funcionan correctamente y presentan un funcionamiento bueno en líneas generales. Para regular la temperatura y el ventilador del climatizador, las funciones del sistema multifunción, navegador y equipo de sonido se han empleado mandos giratorios lo que, bajo mi punto de vista, es todo un acierto.

Me gustó la ubicación de los mandos que controla las luces (ver imagen). Además, de liberar de funciones a los mandos satélites situados detrás del volante, están muy bien dispuestos. Mediante el mando giratorio se selecciona la modalidad que queremos utilizar (luces de cruce, la corta, modo automático y antinieblas). A la derecha de este mando, tenemos los reostatos que regulan la inclinación vertical del haz de las luces de cruce y carretera y la intensidad de la iluminación del cuadro, testigos y pantallas.

Si queremos manipular el menú del ordenador mientras conducimos (para visualizar consumos y autonomía), hay que quitar la mano izquierda del volante, ya que el mando que controla estas funciones está ubicado detrás del mismo (ver imagen). El selector de desplazamiento por los menús es un mando giratorio que está dentro del mismo mando, muy incómodo de manejar. Además creo que, este mando, integra demasiadas funciones (ráfagas, luz de largo alcance y ordenador de bordo). Es probable que al manejar el ordenador se pueda regalar, involuntariamente, alguna ráfaga. De todas formas, el mando tiene un tacto muy bueno y no es demasiado sensible a los diferentes movimientos.

La parte superior de la consola central está gobernada por un sistema de audio con radio CD, con sistema digital RDS de localización de mensajes de texto vía radio y una entrada para dispositivos MP3 (ver imagen).

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVSi queremos conectar un dispositivo externo via USB o Jack, hay que levantar el frontal del sistema de audio. Una vez abierto, nos encontramos con un buen compartimento muy práctico que cuenta con espacio de sobra para dejar los reproductores MP3 o algún objeto extra como unas gafas de sol. Este hueco carece de iluminación, sin embargo, está muy bien revestido con un guarnecido de fibra sintética (ver imagen).

El acabado LTZ equipa, de serie, un sistema de navegación DVD que incluye una pantalla de siete pulgadas (ver imagen). Tiene una cartografía amplia y la representación de la misma es en 2D. También integra la información de tráfico TMC, aunque no nos informa sobre la situación de radares.

El sistema de navegación es el mismo que equipan otros modelos de Opel (Meriva, Astra e Insignia). Ofrece una opción muy útil e interesante. Cuando entramos en la reserva de carburante, automáticamente el navegador nos advierte y nos recomienda la lista de las estaciones de servicio más cercanas (se representan por orden de cercanía y nos permite la opción de elegir la petrolera que nosotros queramos). En cuanto elegimos una, automáticamente el sistema de navegación nos guía hacia ella.

El velocímetro y tacómetro son analógicos. Los indicadores de temperatura y combustible disponen de una retroiluminación LED en azul polar. En el centro de la instrumentación hay una pantalla de siete líneas, en ella se puede visualizar el consumo medio, kilometraje y autonomía (ver imagen).

Hay algún detalle de equipamiento que me ha llamado la atención muy positivamente. Por ejemplo, el espejo retrovisor interior equipa un sistema de antideslumbramiento automático que es muy útil cuando se conduce de noche. Además, para mejorar aún más la visibilidad en ese tipo de condiciones, se desempaña automáticamente cuando se inserta la marcha atrás, todo un acierto. Otro detalle que me ha gustado es que, cuando abrimos el coche, se encienden todas las luces de posición y las del interior, algo que es de agradecer cuando el coche está en una zona muy oscura.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVTambién cabe destacar el funcionamiento del equipo de sonido. Es práctico y funcional; se apaga cuando se abre la puerta del conductor, por lo que podemos parar el motor e, incluso, quitar la llave del contacto sin que la radio se apague. Por último y, como cabía esperar en un coche de este corte, hay un pequeño espejo de vigilancia situado encima del retrovisor interior, que permite controlar a todos los ocupantes de las plazas traseras.

La iluminación del interior es la habitual que hay en coches de este tipo. En las plazas delanteras es, simplemente, correcta aunque mejorable y, en las plazas traseras es bastante pobre en líneas generales.  La del maletero también es de poca intensidad.

El climatizador bi-zona es un equipamiento de serie desde la versión intermedia LT+. Tiene un funcionamiento perfecto, es muy sencillo de manejar y en función automática alcanza rápidamente la temperatura solicitada. Hay salidas cuatro salidas de aire en el salpicadero para cubrir la parte superior, dos para desempañar los cristales laterales y varias para desempañar el parabrisas y para los pies. Los ocupantes de la tercera fila disponen de salidas de aire para los pies y dos pequeños difusores en el centro (ver imagen).

Motor Diesel de 163 CV
Bajo el capó hay un buen motor (ver imagen). Se trata de un 2.0 litros de cuatro cilindros y 16 válvulas con bloque de hierro fundido y culata de aluminio, que presenta doble árbol de levas (DOHC). Tiene un sistema de inyección por conducto común que funciona a una presión de 180 bares, lo que reduce el consumo y las emisiones.

Esta mecánica entrega una potencia de 163 CV a 3.800 rpm y un par máximo de 360 Nm a 2.000 rpm. Su rendimiento y funcionamiento es excelente, ya que ofrece muy buenas prestaciones, siempre muestra mucha fuerza en todo el margen de giro y tiene un tacto bueno.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVPor prestaciones y respuesta es un sobradamente válido, incluso si se viaja con siete ocupantes y con el maletero hasta la bandera. Es un motor con tanto par, que podemos llevar el motor a un giro muy bajo con marchas muy largas sin que planteé una sola queja, de hecho, los tiempos de recuperación del motor de 163 cv son de 12,2 segundos para acelerar entre 40 y 100 km/h (4.ª marcha) y 11 segundos para pasar de 80 a 120 km/h (5.ª marcha).

Nuestra unidad estaba asociada al cambio manual de 6 velocidades (hay uno automático de idénticas relaciones que cuesta 1.100 €). Su tacto guiado no está muy descuidado y, aunque resulta algo denso cuando se maneja con rapidez y tiene unos recorridos demasiado largos, en líneas generales se muestra bastante correcto.

El consumo de carburante varía mucho en función del tipo de conducción, de la carga y de los ocupantes que tenga el vehículo. Con un conductor y sin equipaje, hemos obtenido un consumo medio de 7,3 l/100 km circulando por autovía a una velocidad que nunca ha superado los 120 km/h. Sin embargo, en cuanto dejamos de ser cuidadosos con el acelerador y aumentamos el ritmo, el consumo siempre se estabilizaba entre 8 y 9 litros en un ciclo combinado entre ciudad y carretera.

En Marcha
La versión del Chevrolet Orlando que hemos tenido la oportunidad de probar cumple con todo lo que cabe esperar en un coche de este tipo. Para empezar, es un coche suficientemente confortable, aunque los reglajes de la suspensión inclinan la balanza, ligeramente, más a la estabilidad que al confort puro y duro. La suspensión filtra bien las imperfecciones del asfalto y, únicamente, se muestra algo seca cuando pasamos por un badén o un bache a una velocidad elevada.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVUna de las cosas que me ha sorprendido muy positivamente del Orlando, es lo bien que se han filtrado los ruidos generados por la rodadura, motor y aerodinámica. En este sentido, está a la atura de los mejores e, incluso, de coches más costosos de categoría equivalente.

Dinámicamente, la suspensión está bien trabajada para que el coche transmita agilidad y ligereza, un resultado muy a valorar si se tiene en cuenta que se trata de un vehículo que pesa 1.655 kg y mide más de 4 metros y medio de largo. Además, los balanceos y cabeceos de la carrocería están muy bien contenidos para que prime la estabilidad por encima de otros apartados.

La dirección de cremallera-piñón asistida hidráulicamente se ha ajustado para dar mayor respuesta, mejorando la sensación en torno al punto central y la capacidad de reacción del conductor.  La dirección está diseñada para responder rápidamente, con un recorrido de volante inferior a tres vueltas; el diámetro de giro, 11,3 metros, es relativamente corto. Su tacto es agradable, tanto en ciudad, como en carretera.

Nuestra unidad de pruebas equipaba unos neumáticos kumho solus kh17 225 50 R17 94V. Su nivel de adherencia en seco nos ha parecido algo pobre.

Todas las versiones del Chevrolet Orlando incluyen frenos con discos ventilados de 300 mm delante, y discos macizos de 292 mm detrás, además de calibradores de pistón único. Su funcionamiento, respuesta y durabilidad en frenadas constantes en todo tipo de condiciones ha sido muy bueno.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVLos frenos están equipados con un forro orgánico sin amianto, lo que aumenta su resistencia al desgaste, reduce el ruido de frenado y mejora el tacto del pedal. El freno de mano (o freno de estacionamiento) funciona por cable, no tiene demasiado recorrido y se maneja con poco esfuerzo.

El sistema de frenos antibloqueo (ABS) del Orlando, que incide en las cuatro ruedas, emplea información proporcionada por los sensores de velocidad de las ruedas para regular el frenado selectivo de cada una de ellas con el fin de reducir al mínimo la distancia de detención, al tiempo que mantiene la estabilidad y el control de la dirección en frenadas fuertes.  La capacidad de detención del Orlando en caso de frenadas de emergencia viene reforzada por el asistente de frenado hidráulico (HBA).

El esfuerzo de frenado delantero/trasero, o distribución, se controla mediante una parte integral del sistema ABS denominada Distribución Electrónica de Fuerza de Frenado (EBD). Emplea un control trasero independiente para mejorar la estabilidad y el frenado en curvas y garantiza un uso efectivo de los frenos traseros cuando el vehículo está muy cargado.

El Sistema de Control de Tracción (TCS) de serie incide tanto en la frenada como en el par motor para mejorar el agarre al arrancar o acelerar en cualquier condición de calzada. La unidad de control electrónico del ABS detecta un inminente derrape y ordena a la unidad de control del motor que ajuste el par oportunamente; el sistema percibe si las ruedas giran más rápido que la velocidad del vehículo y aplica momentáneamente el freno delantero correspondiente.

El Control Electrónico de Estabilidad (ESC), junto al TCS, usa las funciones del ABS y del TCS para proporcionar otro nivel de seguridad activa como parte del chasis de serie del Orlando. Ofrece prestaciones más precisas y controladas de frenado antibloqueo para contrarrestar un posible error de juicio por parte del conductor. El ESC usa datos de un sensor de guiñada, acelerómetro lateral y sensor de ángulo de dirección para contribuir a garantizar que el vehículo siga la dirección de las ruedas delanteras. Los frenos se pueden aplicar selectivamente para controlar cualquier posible sobreviraje o subviraje al realizar maniobras extremas. Su funcionamiento es muy efectivo e interviene con mucha suavidad cuando hay una pérdida en la trayectoria.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVEn cuanto al agrado de conducción se refiere, hay mandos mecánicos que deberían ofrecer un mejor tacto. El embrague es algo duro y brusco (suele ser algo habitual en muchos coches Diesel con un par motor más o menos alto) el pedal del freno es algo esponjoso y el guiado del cambio es algo espeso como hemos comentario anteriormente. Por lo demás, no hay mayor queja.

El alumbrado exterior, tanto el de corto como el de largo alcance, ofrecen una iluminación pobre y con un haz de luz irregular.

Equipamiento
El acabado LTZ ofrece un equipamiento muy completo. De serie no van a faltar los siguientes elementos: Llantas de aleación de 17 pulgadas, sensor de lluvia, luces y aparcamiento trasero, control de crucero, retrovisores plegables eléctricos, navegador con pantalla de 7 pulgadas, Radio CD con 6 altavoces e interfaz USB ipod y MP3, faros antiniebla, climatizador y un servicio de mantenimiento gratuito de 3 años ó 100.000 km, lo que antes se cumpla.

El equipamiento de seguridad es muy completo. Todas las versiones del Chevrolet Orlando están equipados con seis airbags: dos frontales, dos laterales y dos de cortina (de techo). Los airbags laterales están colocados en los lados externos de los asientos del conductor y del acompañante y, en caso de impacto lateral, protegerán las zonas de la pelvis y el tórax.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVEl sistema de airbags de cortina está fijado encima de los pilares A y C, tienen una capacidad de 28 litros cuando se inflan por completo y, al activarse, protegen la cabeza de los ocupantes de la primera y la segunda fila. Se han aplicado diversas medidas en los airbags delanteros para reducir las lesiones provocadas por los airbags, como el modo de almacenamiento y plegado, y una tasa de inflado óptima de nivel único. El airbag delantero del acompañante se puede desactivar en caso de usar una silla infantil.

Los cinturones de seguridad delanteros del Orlando están equipados con limitadores de fuerza y pretensores, así como, ajustes de la altura del cinturón de seguridad ofrece más comodidad a conductores y pasajeros, además de garantizar la correcta colocación del cinturón en todo el cuerpo. Los siete asientos del Orlando están equipados con reposacabezas para ayudar a evitar el efecto latigazo en caso de colisión trasera.

El Sistema de “Retracción de Pedales”, o sistema de pedales plegables, es otra inteligente prestación que protege los pies y la parte inferior de las piernas del conductor en caso de impacto frontal, ya que se retraen, alejándose de los pies y evitando así golpear con ellos.

El Orlando está provisto de sistemas de fijación ISOFIX para sillas infantiles. Para poder instalar las sillas infantiles con un elevado nivel de seguridad, está equipado con dos anclajes de acero, entre la parte posterior del asiento trasero y el cojín del asiento, y un amarre superior adicional, colocado detrás del asiento.

Uno de los problemas con que se encuentran los servicios de emergencia a la hora de rescatar a los ocupantes en caso de accidente, es que las puertas del vehículo estén bloqueadas. Este no será el caso de los propietarios de un Orlando, ya que está equipado con tecnología de sensor de golpes, que desbloquea las puertas automáticamente en caso de detectar un impacto.

Chevrolet Orlando LTZ 2.0 Diesel 163 CVToda la dotación de seguridad se completa con los frenos antibloqueo (ABS), el control de tracción (TCS), la distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD), el asistente hidráulico de frenado (HBA) y el control electrónico de estabilidad (ESC).

Opciones y precio
El equipamiento de serie se puede mejorar con las siguientes opciones: asientos de cuero calefactables (1.150 €), llantas de aleación de 18 pulgadas (300 €), pintura metalizada (415 €) y techo solar (825 €). Además de todo esto, Chevrolet ofrece un buen número de accesorios que aumentan el completo equipamiento del Orlando (más información).

El Chevrolet Orlando 2.0 Diesel de 163 CV únicamente está asociado al acabado más alto de la gama (LTZ). Cuesta 24.700 €, aunque durante el mes de diciembre tiene un descuento promocional de 2.500 € (ver configurador).

Conclusión: Si estás buscando un buen monovolumen de siete plazas, el Chevrolet Orlando tiene que estar en las primeras posiciones de tu lista. Respecto a la infinidad de opciones que hay actualmente en el mercado, el Orlando tiene la ventaja de ofrecer más equipamiento, más motor e, incluso, más espacio a un precio considerablemente más bajo. Todo ello, en un conjunto realmente bueno y satisfactorio que no queda exento, ni mucho menos, de un buen nivel de calidad en casi todos sus apartados.

Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A. R. Sastre, G. Rodríguez y Chevrolet

Publicado el 11/12/2011 a las 23:05