El Chevrolet Captiva es uno de esos coches que te sirve para todo y es muy satisfactorio por lo práctico y polivalente que resulta. Además de todo esto, es el todoterreno más barato del mercado y ostenta una calidad equivalente a la de sus oponentes. Nosotros hemos probado la versión Diesel menos potente (163 CV) asociada a un sistema de tracción delantera y a un cambio manual de 6 velocidades. Esta versión únicamente se puede adquirir con el acabado intermedio “LT” (ver configurador de Chevrolet).
Mejorado
Desde finales de 2011, el Chevrolet Captiva recibió un pequeño lavado de cara que se vio acompañado de una serie de mejoras que afectaban a su equipamiento, motores y cajas de cambio. Todos estos cambios, le han venido de maravilla para seguir siendo el que, para mí, es el todoterreno más interesante que se puede comprar en España.
Por fuera, todas las modificaciones estéticas le han sentado realmente bien para presentar un aspecto algo más deportivo, al menos gracias a su imponente frontal que equipa unos paragolpes muy bajos y envolventes.
Interior: acabados y habitabilidad
Por dentro, es un coche que gana muchos enteros. La calidad de todos los materiales utilizados, y sus correspondientes acabados y ensamblaje, están a la altura de cualquiera de sus rivales. Quizá el Renault Koleos es mejor en este sentido, por ejemplo.
Lo mejor del interior, además de tener una más que correcta presentación, es su amplitud y versatilidad. Nuestra unidad de pruebas, asociada al acabado “LT”, incluye -de serie- un habitáculo de siete plazas reales. A diferencia de otros coches de este tamaño, la tercera fila de asientos, que prácticamente están montadas en el maletero, son suficientemente amplias en todas sus cotas para que puedan viajar dos adultos con un nivel de confort bastante correcto y de forma segura. No obstante, dos niños que no necesiten ningún tipo de sistema de retención infantil, viajarán con mayor comodidad. Estas dos plazas, integran reposacabezas que quedan cerca de la cabeza y se pueden regular en altura. Lo peor de estos dos asientos, a parte de contar con un mullido algo más blando que resto, es que van muy cerca del suelo y eso hace que las piernas de un adulto vayan muy flexionadas. No obstante, es algo irremediable, ya que si la banqueta del asiento fuera más alta, apenas habría espacio en altura.
El acceso a la tercera fila de asientos no es sencillo para personas de movilidad reducida, sin embargo, no resulta nada engorroso, ya que la segunda fila se puede abatir hacia delante y girarse fácilmente (ver imagen). Para facilitar la entrada al habitáculo, hay un pequeño agarrador como éste.
Capacidad de carga
Cuando la tercera fila de asientos no va a utilizarse, se puede abatir prácticamente en horizontal, proporcionando un volumen de carga hasta la segunda fila de 769 litros (477 por debajo de la línea de las ventanillas -ver imagen-). Abatiendo por completo la segunda y la tercera fila, la zona de carga aumenta hasta convertirse en una de las más voluminosas del segmento de los vehículos SUV compactos: 1.577 litros (942 por debajo de la línea de las ventanillas -ver imagen-). Incluso con la tercera fila de asientos en posición, el Chevrolet Captiva sigue ofreciendo una útil zona de carga de 97 litros (ver imagen).
El maletero cuenta con dos aperturas; se puede abrir el portón por completo, o bien, la luneta trasera –para abrirla hay que pulsar un botón dedicado en el mando a distancia-.
Todos los mandos mecánicos que nos permiten abatir todos los asientos, están bien asistidos para que puedan manejarse con suavidad.
Asientos y habitabilidad en las plazas traseras
Cuando la tercera fila está abatida, el maletero resulta amplio además de práctico, ya que está equipado con un compartimento en la parte izquierda (ver imagen), otro debajo del piso (ver imagen), varias argollas para instalar redes que permitan sujetar la carga (ver imagen) y una toma de 12V (ver imagen). Lo peor del maletero es lo poco iluminado que está. Tan solo equipa un punto de luz ubicado en el techo (ver imagen).
En la segunda fila de asientos, se va muy cómodo y hay espacio suficiente para que viajen otros dos adultos con mucha comodidad. Es cierto que puede ir un tercer ocupante en la plaza central, pero como en todos los coches del mercado, esta plaza es testimonial, algo lógico por otra parte. Lo mejor de todo, es que la postura es muy natural cuando uno se sienta y el piso es totalmente plano. Para mejorar el confort, hay un pequeño apoyabrazos en la plaza central que, en el caso de nuestra unidad de pruebas, integraba dos posavasos. Este apoyabrazos resulta algo pequeño y no se puede regular en altura para que pueda adaptarse a ocupantes de diferentes alturas (ver imagen). Además, los respaldos pueden variar la inclinación para que los ocupantes tengan la posiblidad de ir un poco más tumbados (ver imagen).
Los asientos de la primera fila, que quedan reservados para el conductor y acompañante, son cómodos y resultan suficientemente envolventes. Integran unos reposacabezas que se pueden regular en altura y profundidad, cosa que se agradece para que cumplan con su función en caso de una colisión frontal o por alcance. El asiento del acompañante no tiene regulación mecánica en altura (ver imagen).
El habitáculo es muy amplio. El espacio para los hombros en las filas de asientos primera y segunda es de 1.455 mm, mientras que el espacio para piernas es de 1.036 mm delante y 946 mm detrás. El espacio a la altura de la cabeza es de 1.026 mm delante, y 1.017 mm detrás.
Huecos y compartimentos
Además de tener un interior muy espacioso, el Chevrolet Captiva es un coche práctico. Todo el habitáculo está repleto de compartimentos para almacenar diferentes objetos.
Por ejemplo, entre los dos asientos de la primera fila, hay un cofre que hace las veces de apoyabrazos (ver imagen). Lo peor que tiene, es que no se puede abatir, por lo que molesta bastante cuando se está utilizando la palanca de cambios (ver imagen).
Delante de este cofre, encontramos una bandeja con dos posavasos. Esta bandeja puede desplazarse para acceder a un compartimento enorme y profundo, que integra una toma USB y un fondo tapizado con una bandeja de goma (ver imagen). Lo peor que tiene, es que no está iluminado, lo que es un gran inconveniente cuando, por ejemplo, se quiere buscar un objeto de noche.
La guantera también es bastante amplia, además está tapizada, iluminada y compartimentada para que podamos organizar mejor lo que queremos guardar en ella (ver imagen).
A la izquierda del volante, hay un pequeño hueco con tapa, que está tapizado con fibras sintéticas y que cuenta con suficiente capacidad para guardar monedas o llaves (ver imagen).
Delante del mando del cambio, hay un pequeño hueco tapizado con una bandeja de goma que también puede servir para dejar pequeños objetos (ver imagen).
La variedad de sitios de almacenamiento, se completa con las habituales bolsas ubicadas en los paneles de las puertas –son de escasa capacidad- (ver imagen), un compartimento con tapa y tapizado con fondo de goma situado en la parte superior de la consola central (ver imagen), un portagafas (ver imagen), parasoles con iluminación y con una pestaña que nos permite dejar tarjetas o tickets de compra (ver imagen), dos posavasos integrados en el reposabrazos de las plazas traseras (ver imagen), una bolsa con red situada en los respaldos de los asientos delanteros (ver imagen), un posavasos situado en cada uno de los extremos de la tercera fila de asientos (ver imagen) y un gancho integrado en cada uno de los agarraderos del techo en las plazas traseras (ver imagen).
Mandos: disposición y funcionamiento
Todos los mandos están bien ubicados y funcionan correctamente. Tan sólo he visto un par de detalles que creo que son mejorables. En primer lugar, los mandos del volante no se iluminan al igual que el resto cuando encendemos las luces, lo que dificulta mucho su utilización cuando conducimos de noche. También creo que debería mejorar el funcionamiento del equipo de sonido, ya que resulta muy engorroso cuando toca navegar por la radio o cambiar de fuente (tomas auxiliares, CD o Radio). Por último, la iluminación del interior es realmente pobre, y todo corre a cargo de un pequeño punto de luz ubicado en la parte central del techo (ver imagen) –hay otro pequeño plafón con dos puntos de luz a la altura del parabrisas, pero hay que pulsar un botón para encenderlos (ver imagen)-.
Motor Diesel de 163 CV
Bajo el capó, hay un buen motor Diesel de última generación con doble árbol de levas y cuatro cilindros. Incluye un sistema de inyección de combustible por conducto común a alta presión y un turbocompresor de geometría variable (VGT) con intercambiador térmico.
Una relación de compresión reducida, en comparación con los diésel de generaciones anteriores, ha permitido al nuevo Captiva ofrecer más potencia con menos emisiones. De hecho, los niveles de CO2 del motor están por debajo de los umbrales fiscales clave de CO2 a nivel europeo, lo que se traduce en un ahorro potencial para los clientes.
El nuevo diseño de la culata del cilindro con cuatro válvulas del motor turbodiésel de 2,2 litros aumenta el flujo de aire y la turbulencia variable para reducir al mínimo la detonación del motor, al tiempo que mejora el rendimiento y disminuyen las partículas diésel. El motor, que cumple el estándar de emisiones Euro 5, también está equipado con un filtro de partículas diésel sin mantenimiento.
El sistema de inyección de combustible por conducto común del Captiva funciona a alta presión (1.800 bares), lo que garantiza la calidad y el control preciso de la inyección en la cámara de combustión. El resultado es un nivel bajísimo de consumo y emisiones.
Se han incorporado diversas medidas para maximizar el refinamiento del motor y reducir al mínimo la intromisión de ruido del motor en la cabina. Entre ellas figura el montaje de ejes de equilibrado integrados en la bomba de aceite, mientras que un volante bimasa elimina la vibración de la caja de cambios y la resonancia grave. También se ha dotado de más firmeza al bloque del motor para mejorar aún más los niveles de ruido y vibraciones.
Funcionamiento, prestaciones y consumos
Este Diesel de 2.2 litros ofrece una potencia máxima de 163 CV a 3.800 rpm y un par de 350 Nm a 2.000 rpm. Con estas cifras, el Chevrolet Captiva es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 189 km/h.
El tacto de este motor es bueno. Cuando arrancamos en frío es cierto que el ruido se hace más evidente de lo debido, pero cuando alcanza su temperatura de servicio –algo que ocurre con rapidez- es un motor silencioso, sobre todo en carretera.
Lo que más me gusta de esta mecánica, es la sensación de par que transmite. Es de ese tipo de motorizaciones que se les nota con mucha fuerza y que parece que puedan con todo, de hecho es capaz de recuperar en quinta marcha de 80 a 120 km/h en 11,6 segundos. Por rendimiento, es un motor que está a un buen nivel, ya que responde bien desde abajo y es capaz de entregar el par y la potencia progresivamente a lo largo de todo el rango de utilización –entre 2.000 y 3.800 rpm-.
Pero no sólo se trata de un propulsor con un buen nivel de prestaciones, también gasta poco. En condiciones normales y en ciclo combinado (ciudad y carretera) el consumo siempre se ha estabilizado sobre los 8 litros a los 100 km, lo que no está nada mal. Si únicamente rodamos en carretera sin ocupantes ni equipaje y cuidando mucho el consumo, se puede llegar a gastar unos 6,5 l/100 km. Por el contrario, si conducimos por una vía con muchas curvas y desniveles sacando el máximo partido a las prestaciones del motor, el gasto de carburante no supera los 11,5 l/100 km.
Cambio manual de 6 velocidades y sistema Start-Stop
Esta motorización únicamente está asociada a un cambio manual de seis velocidades. Tiene un tacto algo denso, que requiere de un esfuerzo físico extra que puede llegar a cansar a algunos conductores, sobre todo cuando se utiliza durante mucho tiempo. Por lo demás, no tiene un mal tacto y tiene un guiado que parece bastante sólido.
Los desarrollos, que son más bien largos, no son un impedimento para que la respuesta del motor se vea perjudicada. La mecánica tiene bastante par para moverlo con suficiencia y, la sexta velocidad, viene muy bien para gastar poco carburante cuando se circula a una velocidad sostenida en carretera.
El motor incorpora, de serie, un sistema Start-Stop. Se trata de un dispositivo que apaga el motor cuando el coche está parado. Nosotros lo hemos probado y siempre ha funcionado bien, no transmite vibraciones parásitas cuando interviene y, lo que es más importante de todo, arranca automáticamente el motor cuando éste se cala.
En marcha: tracción delantera y muy buenas cualidades en carretera
El Chevrolet Captiva es uno de los todoterrenos, puros y duros, que mejor se comporta en carretera, al menos dentro de todos los que he probado. Aunque es un coche que transmite cierta pesadez cuando se conduce a muy bajas velocidades, cuando se trata de salir en carretera, el panorama cambia por completo. Con el Captiva, Chevrolet ha conseguido un coche que transmite mucha sensación de ligereza y un paso por curva muy estable y, sobre todo, equilibrado. Además, es un coche muy fácil de conducir al límite y siempre responde con unas reacciones muy sanas y predecibles en cualquier circunstancia.
Si lo comparamos con algunos de sus rivales, el Chevrolet Captiva va mejor, por ejemplo, que un Renault Koleos, un Toyota Rav4 o un Honda CR-V.
Cuando se trata de abandonar la carretera, el Chevrolet Captiva nos recuerda que se trata de un todoterreno de verdad. La suspensión trabaja muy bien para absorber las imperfecciones del firme, y el chasis tiene capacidad suficiente como para afrontar rampas o grades dificultades. Tan sólo encuentro limitaciones en la tracción -hay muchas pérdidas de motricidad en superficies muy deslizantes- y en el ángulo de ataque -el paragolpes delantero es grande y envolvente-.
Si conduces con frecuenta por superficies de baja adherencia (nieve o caminos con mucho barro), la versión de tracción delantera no es muy recomendable, ya que el tren delantero pierde mucha tracción y no es capaz de transmitir toda la potencia para avanzar con facilidad cuando la pista es muy deslizante – en esta imagen puedes ver como las ruedas delanteras pierden tracción cuando circulamos por un camino muy embarrado-. También es un coche que tiene grandes pérdidas de tracción en curvas lentas. En ese tipo de circunstancias, el tren delantero se queda sin peso y la rueda interior delantera gira de forma descontrolada sin encontrar el apoyo suficiente para que haya un mínimo de adherencia.
La medida del neumático de carretera que montaba nuestra unidad es todo un acierto para encontrar un buen compromiso entre el asfalto y la tierra, además aporta mucho para que el coche sea confortable y tenga unas reacciones muy progresivas en los fuertes apoyos en curva. Nuestro Chevrolet Captiva equipaba unos Kumho Radial 798 Plus 235/60 R17 con código de carga "102" y de velocidad "H" (ver imagen).
Equipamiento, precio y rivales
La gama del Chevrolet Captiva se articula en tan sólo tres acabados (LS, LT y LTZ). Desde la versión más económica, el equipamiento de serie es muy completo. Nuestra unidad de pruebas estaba asociada al acabado intermedio (LT), que equipa un interior de siete plazas, suspensión trasera autonivelante, climatizador, control de crucero, volante y pomo de cuero, sensores de lluvia, luces y aparcamiento, navegador con cámara trasera, tapicería mixta de tela y cuero, llantas de aleación de 17 pulgadas, Radio CD con MP3, tomas Aux-in, USB y Bluetooth, asistente de arranque en pendientes, control de descenso y de estabilidad de remolque, sistema Start-Stop, control de crucero y 6 airbags.
Como puedes ver, el equipamiento de serie es tan completo, que no deja demasiadas opciones a la vista. Tan sólo se puede incluir la pintura metálizada (435 €) y el techo solar (1.025 €).
La unidad que ha sido objeto de esta prueba, era un Captiva LT 2.2 VCDI LT FWD 163 CV. Esta versión se puede adquirir desde 26.265 € (este precio incluye un descuento promocional de 3.835 €). Ver configurador de Chevrolet.
Si lo comparamos con sus rivales, el Chevrolet Captiva se puede permitir el lujo de ser el Todoterreno de siete plazas Diesel de 163 CV más barato del mercado. Y lo mejor de todo, es que puede presumir de ser mejor producto que muchos de sus rivales, como por ejemplo, un Toyota RAV-4 o un Hyundai iX35.
Conclusión: Si estás buscando un buen todoterreno de siete plazas, con mucho equipamiento y con precio de derribo, el Chevrolet Captiva debe ser la primera opción de tu lista. Su interior es amplio y práctico, tiene muy buenas cualidades en carretera, la versión de tracción delantera se desenvuelve perfectamente cuando se trata de circular fuera del asfalto y todo lo que equipa funciona perfectamente. Sin duda, es un producto recomendable.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre, G. Rodríguez y Chevrolet
