Un motor normalmente cambia a un coche por completo. En el Serie 3 o en cualquier modelo de BMW, no hay versión mala o poco recomendable, sin embargo, si optas por un seis cilindros en línea de gasolina, por ejemplo, te permitirá dar un gran salto de calidad para disfrutar al máximo de la conducción.
Lo primero que me enamora de este motor, es lo bien que suena. Suena a BMW, y esto, en un momento en el que la mayoría de los coches pecan de ser bastante impersonales, es un detalle a valorar. Me gusta como ruge cuando lo subes de vueltas, me gusta lo refinado que es en toda su banda de utilización y me encanta lo suave que resulta cuando se trata de llevarlo a un régimen moderado para dar un paseo.
Me parece muy razonable que muchos clientes de BMW opten por las versiones Diésel, que otros decidan tener un coche eléctrico, y algunos se decanten por un modelo híbrido, pero un buen motor de gasolina de 6 cilindros, ya sea en línea o en V, no tiene precio.
Un motor sobresaliente
Aunque sea políticamente incorrecto, y sea un coche que se disfrute dando un paseo y respetando los exigentes límites de velocidad, cuando apretamos el acelerador, toda la potencia del motor nos catapulta a otra dimensión a la que sólo se puede acceder en un coche como éste. Bien es cierto que no me he vuelto loco, ni te estoy hablando de un Bugatti Veyron, pero ‘mola’ mucho pisar el pedal del gas y dar rienda suelta a todos los caballos de los que dispone, que son unos cuantos. Cuando pisamos a fondo, el motor responde al instante, suena de maravilla y permite que este Serie 3 se un coche bastante rápido. Si hablamos de cifras puras y duras, no debemos olvidar que el 335i es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de cinco segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h –puedo asegurarte que se llega con relativa facilidad a los 220 km/h.
Como estamos ante un muy buen motor, y no deja de ser un BMW, el consumo de carburante es realmente bajo. Y es que, según nuestras mediciones, no es complicado obtener medias, en ciclo combinado, inferiores a 8 litros. Si optas por correr e ir a un ritmo tan ágil como ilegal en idénticas condiciones, la media se puede disparar hasta poco más de 11 litros, lo que sigue siendo un muy buen dato.
Para conseguir un conjunto mecánico sobresaliente, el motor tiene como aliado un cambio automático de 8 velocidades que es otra maravilla de la técnica. Esta caja, es tan buena, que no he conseguido encontrarle un solo fallo. Es capaz de adaptarse perfectamente, tanto si hay que ir despacio, como si hay que sacar el máximo partido al motor. Además, se puede manejar desde unas levas situadas detrás del volante, o bien, desde la palanca selectora, que es electrónica y que tiene un tacto formidable.
Puedes elegir entre cuatro modos de conducción
Justo al lado de la palanca de cambios, tienes unos cuantos botones que te permiten desconectar el control de estabilidad y, también, seleccionar varios modos de conducción (ECO PRO, COMFORT, SPORT y SPORT+). En función del que elijas, tendrás un coche más respetuoso con el gasto de carburante, o bien, uno más deportivo, que tendrá una respuesta al acelerador más inmediata y una caja de cambios más rápida.
Pero si el motor nos parece suficiente aportación como para disfrutar de una conducción de calidad, nuestra unidad de pruebas venía equipada con la letra “M”, que es sinónimo de máxima deportividad si hablamos de un BMW. Bien es cierto que los BMW de hoy en día no son tan radicales como los de hace ya unos años, pero siguen teniendo un toque deportivo muy especial.
Con el paquete deportivo ‘M’, encontraremos algún que otro detalles específico en su diseño, unas bonitas llantas de aleación de 19 pulgadas, una salida de escape cromada y, lo mejor de todo, una suspensión deportiva muy bien reglada - diez milímetros más baja- que permite que tengamos entre manos un coche razonablemente cómodo para el día a día, pero con ese toque deportivo que da la ‘M’ de BMW.
Una de las cosas que me gusta de este 335i, es que, cuando se trata de ir rápido, sin buscar necesariamente los límites de su bastidor, encontramos un coche que no trata de ponernos las cosas fáciles y que nos obliga a estar atentos al volante para no tener sustos. A un ritmo ágil, es un coche que transmite bastante nobleza, y más si optamos por llevar los controles activados. Bien es cierto que hay que tener en cuenta que es un trasera, pero en general y sin querer ir al límite, es un coche que no exige grandes dotes al conductor.
Dirección eléctrica y comunicativa
De serie, el nuevo BMW Serie 3 tiene una servodirección electromecánica EPS (Electronic Power Steering), en la que la función de asistencia está a cargo de un motor eléctrico. La dirección EPS únicamente se activa cuando es necesaria la asistencia. Por lo tanto, el consumo de energía es nulo al conducir en línea recta o al trazar una curva manteniendo constante el ángulo de giro del volante. Esto es lo que diferencia la dirección electromecánica de una dirección hidráulica que también consume energía y, por lo tanto, combustible cuando no aplica fuerza. Los modelos BMW 335i -el protagonista de nuestra prueba- y BMW 328i incluyen de serie la función Servotronic que regula la asistencia en función de la velocidad.
En líneas generales la dirección tiene un muy buen tacto, transmite solidez, resulta precisa e informa bastante bien en los giros.
Prima la calidad en su interior
De su interior me han gustado mucho los materiales que se han utilizado en el salpicadero, casi todos son de gran calidad. Lo mejor de todo es la solidez y el buen ensamblaje de todas las piezas. En este sentido, no he percibido faltas en el ajuste de piezas ni crujidos al realizar una presión sobre las mismas o al pasar por zonas bacheadas.
Sin embargo, aunque es un coche bien hecho, hay ciertos detalles que me han parecido mejorables. Por ejemplo, las puertas, que tienen un tacto muy bueno cuando se abren y cierran, no transmiten la solidez que cabe esperar en un coche de este tipo. Además, los tiradores interiores y el asa que nos permite cerrar la puerta, están fabricados con plásticos de una calidad bastante normalita y parecen bastante endebles. También deberían de mejorar las inserciones plásticas que intentan imitar al aluminio y que están hechas de un plástico de apariencia demasiado sencilla.
Su habitáculo resulta amplio, y en las plazas traseras hay espacio más que suficiente para dos adultos. Los asientos, que transmiten calidad y que están tapizados en cuero, me han resultado cómodos, pero quizás demasiado planos.
Un habitáculo muy práctico
El interior del nuevo Serie 3 ofrece un buen paquete de compartimentos, que incluye redes para el dorso de los respaldos de los asientos delanteros, que permiten guardar objetos pequeños de diverso tipo, tales como mapas de carreteras, planos de ciudad o chalecos de advertencia. Los revestimientos de las puertas delanteras, cuyas líneas se van abriendo hacia el salpicadero, albergan grandes huecos en los que se pueden colocar botellas de hasta un litro. En la consola central, delante de la palanca selectora de la caja de cambios, ahora hay dos portabebidas de grandes dimensiones, integrados a ras con la superficie. Estos portabebidas pueden sustituirse, opcionalmente, mediante una bandeja que encaja en la consola y que, si no se usa, puede guardarse en la guantera -esta bandeja debería tener una apertura algo más sofisticada-.
Delante del asiento del conductor, se encuentra la típica guantera. No ofrece demasiada capacidad, pero está muy bien tapizada –con fibras sintéticas-, climatizada e iluminada.
El volumen del maletero es 20 litros mayor (ahora de 480 litros) en comparación con el maletero del modelo anterior. La tapa del maletero puede abrirse opcionalmente con la función de Acceso confort, prescindiendo de la llave y sin tener que tocar la tapa. De esta manera, basta hacer un movimiento específico con el pie debajo del paragolpes para que se desbloquee el mecanismo de cierre de la tapa. El plano de carga del maletero tiene una altura de apenas 66 centímetros, por lo que es muy sencillo introducir en el maletero objetos pesados como pueden ser, por ejemplo, siete cajas convencionales de bebidas, tres bolsas de golf o un cochecito para niños.
La carga transportada en el maletero puede fijarse mediante las armellas de amarre incluidas de serie. Una bandeja que se encuentra debajo del piso del maletero y un hueco profundo en el lado izquierdo son ideales para transportar diversos objetos pequeños. El respaldo de los asientos posteriores puede abatirse de varias maneras, ofreciendo la posibilidad de transportar objetos de mayor tamaño. El respaldo se puede abatir opcionalmente en relación de 40:20:40, de tal manera que el Serie 3 con carrocería de berlina ofrece numerosas posibilidades para transportar personas y, a la vez, objetos largos como pueden ser, por ejemplo, varios pares de esquíes o tablas de snowboard (la gama de Accesorios Originales BMW incluye las correspondientes bolsas para el transporte de esquíes y tablas de snowboard). Lo peor del maletero es que no está tapizado en la parte superior, la menos visible.
Precio y equipamiento
El precio de salida del BMW 335i Automático es de 53.052 € (ver todos los precios). Las posibilidades de equipamiento, como en cualquier BMW, son muy amplias. Entre todo lo que ofrece, cabe destacar elementos como el sistema BMW ConnectedDrive, la pantalla virtual Head-Up Display, el sistema de advertencia de cambio de carril y de aviso de salida de trayecto, el control de crucero activo y el asistente de parking automático entre lo más destacable, que es mucho.
Conclusión: El BMW Serie 3 es una muy buena berlina en cualquier de sus versiones, sin embargo, la que se hace llamar 335i, resulta ser de las más especiales si buscas un coche que te haga disfrutar de la conducción y de un fantástico motor de gasolina. Si optas por el paquete deportivo ‘M’ y el cambio automático de 8 velocidades, cosa que te recomendaría, encontrarás un coche aún más atractivo que te permitirá la posibilidad de conducir una de las berlinas más dinámicas y divertidas del mercado.