Con el A1, Audi se apunta a la moda de los utilitarios de diseño atrevido, con amplias posibilidades de personalización y con un precio y calidad que se sitúa por encima de lo que ofrece su segmento. Nuestra primera toma de contacto la hemos realizado sobre la versión Diesel de potencia intermedia -1.6 TDI de 105 CV- (aquí puedes configurarla a tu gusto).
Después de probar por primera vez el Audi A1, he tenido la sensación de que no he conducido la mejor versión de este modelo. Con esto no quiero decir que la variante 1.6 TDI sea poco recomendable como más adelante analizaremos, pero yo esperaba algo más, quizás algo más de refinamiento o algo más de diferencia real con respecto a los mejores del segmento. Ese “algo más” es, probablemente, lo que encontremos en las versiones más lujosas y equipadas asociadas a los motores de gasolina TFSI más potentes (ver gama de motores).
Acabados y calidades interiores
Su interior, como suele ser norma de la casa, ofrece unos acabados y unas calidades en los materiales utilizados que están muy por encima de lo que podemos encontrar en un coche con una longitud inferior a 4 metros. El habitáculo no transmite un lujo extremo, pero si buenos acabados y materiales de buena calidad percibida.
La parte más visible del salpicadero, formado por una sola pieza, está recubierta con un material plástico blando. Tiene un aspecto mate y un tacto áspero bastante sufrido. Lo mejor de este tipo de material es que parece fácil de limpiar y me da la sensación de que aguantará muy bien el paso del tiempo así como el uso prolongado.
Hay otras piezas plásticas con otro tipo de tratamiento que también guardan un buen aspecto. Por ejemplo, algunas piezas de la consola central y de los paneles de las puertas están pintadas con un acabado mate de tacto suave que tiene buen aspecto. En las zonas menos visibles del coche, hay plásticos de una calidad menor, aunque están bien acabados y ajustados sin reproches.
Asientos
La posición al volante es más elevada de lo esperado en un coche de esta apariencia. Tanto los asientos como el volante, se pueden regular en altura y en profundidad. Todos los reglajes son suficientemente amplios para que personas de diferentes estaturas y complexiones se adapten perfectamente a los mandos de control.
Los asientos de las plazas delanteras son confortables y tiene el grado de dureza justo para que la espalda no sufra y no nos hundamos en el cojín. La sujeción también es buena, tanto en el respaldo como en la banqueta. Los reposacabezas quedan cerca de la cabeza, pero no se pueden ajustar en su posición ideal, al menos en nuestro caso. Sólo se pueden regular en altura con un recorrido limitado.
En las plazas delanteras no hay problemas de espacio en todas las cotas. Sin embargo, en las plazas traseras hay una limitación muy evidente en altura, que se ve comprometida por la pronunciada caída que tiene el techo en la parte trasera de la carrocería. Un ocupante de más de 1,70 m –aproximadamente- pegará con la cabeza en el techo. Así que, nosotros recomendaríamos, por seguridad, que estas plazas deberían ocuparlas niños o adultos que no superaren el 1,65 m de altura. La cota longitudinal no es muy amplia, así que un adulto no tendrá demasiado espacio para que las piernas descansen adecuadamente.
Las dos plazas traseras son independientes y los asientos ofrecen muy buena sujeción y confort. Los reposacabezas tienen forma de coma y quedan cerca de la cabeza.
Todos los asientos están recubiertos por un guarnecido de tela que guarda un buen aspecto, es bastante sufrido y se limpia con mucha facilidad.
El acceso a las plazas traseras es mejor si se realiza desde la plaza del acompañante, que por la del conductor. Si accedemos por la primera, el respaldo se abate hacia adelante y la banqueta se puede mover longitudinalmente, sin embargo, si accedemos desde la plaza del conductor, el asiento carece de ese avance longitudinal.
Mandos: disposición y funcionamiento
Una de las cosas por las que me parece recomendable el Audi A1 es, además de lo confortable que es la posición al volante, lo bien estudiada que está la ergonomía de su interior. Todos los mandos presentan un orden y una ubicación sin tacha. Las funciones del sistema de climatización, navegador y radio se manejan perfectamente.
Los botones ofrecen un tacto agradable y son precisos cuando los presionamos. Para manejar el volumen del equipo de sonido, la mayoría de las funciones del climatizador y el menú de la pantalla multifunción que controla el navegador, equipo de sonido y diferentes ajustes, hay unas ruletas de buen tacto, que no resbalan cuando las giramos y que tienen un tacto cuidado. En este sentido, el Audi A1 me parece un coche ejemplar y para tomar buena nota. Todo es sencillez para manejar el equipo de sonido o ajustar el sistema de climatización.
El diseño del volante también es para tomar buena nota; es completamente redondo, está forrado con un cuero de grano fino muy agradable al tacto, y tiene un aro con un grosor perfecto. Como en la inmensa mayoría de los volantes, integra una serie de mandos que permiten manejar el equipo de sonido, el climatizador y navegador (ver imagen). Todos los mandos están bien dispuestos, tienen un tacto y un funcionamiento muy buenos.
Aunque todos los mandos están bien dispuestos, al manejarnos no evita que podamos distraernos al volante. Para paliar esto, el Audi A1 equipa un dispositivo de reconocimiento de voz que permite centrarnos aún más en la conducción y evita que no soltemos el volante. Este sistema funciona perfectamente y es sencillo de utilizar. Mediante una serie de órdenes vocales, podemos elegir una emisora de radio, escuchar una canción, realizar una llamada telefónica o introducir una dirección de destino en el navegador.
Si eres de los que buscas un utilitario con lo último en dispositivos multimedia y de conectividad, el Audi A1 es un modelo que debes tener en cuenta. Dispone de un muy buen sistema de navegación que es propio de coches más costosos, un reproductor DVD con un disco duro de 60 GB que permite utilizar 20 GB para archivos de música y tiene conexiones Jack y USB, además de dos ranuras para introducir tarjetas de memoria SD.
El cuadro de instrumentos es ejemplar, dispone de una iluminación muy agradable que no cansa la vista cuando se conduce de noche durante muchos kilómetros, es muy ordenada y muestra toda la información con claridad. Entre el cuentarrevoluciones y el velocímetro hay una pantalla multifunción en la que se pueden consultar muchos datos: hora, temperatura exterior, consumos, autonomía etc. Toda la información es muy accesible y se consulta con orden y facilidad.
Detrás del volante, están los típicos mandos satélites que permiten controlar los indicadores de dirección limpiaparabrisas y el regulador de velocidad. Estos mandos transmiten mucha solidez y no ofrecen signos de fragilidad. Además, son precisos en su funcionamiento y tienen un tacto muy agradable (ver imagen).
Huecos y compartimentos
Todos los compartimentos y huecos del interior están bien dispuestos y cuentan con una capacidad amplia. En las puertas y en los paneles laterales de las plazas traseras hay unas bolsas rígidas con buena capacidad.
En la consola hay dos posavasos que sirven para dejar dos botes de refresco y cuatro ranuras para guardar monedas (ver imagen).
Delante del asiento del conductor hay una guantera iluminada que ofrece capacidad suficiente para guardar la documentación, el chaleco de señalización y algún objeto extra (ver imagen). Dentro de la guantera hay una conexión Media-IN que no le veo demasiada utilidad (yo hubiera preferido encontrar una conexión estándar que no obligue a comprar un cable para cada aparato que queramos conectar, como por ejemplo una conexión RGB o un USB).
Maletero
Tiene la capacidad equivalente a la que podemos encontrar en un coche de este tamaño, es decir, suficiente para meter la compra semanal o dos maletas de tamaño medio (270 litros). Todo el entorno está muy bien guarnecido con una moqueta de pelo corto de tacto agradable (ver imagen).
El fondo del maletero está compuesto por una plancha perfectamente guarnecida que se puede extraer y poner en dos posiciones para tener un plano de carga totalmente enrasado con la boca de acceso. Debajo de esta plancha hay molde de poliestireno expandido en el que se pueden guardar el kit antipinchazos (no hay rueda de repuesto), los triángulos de emergencia y el botiquín de primeros auxilios (ver imagen). Si levantamos esta plancha para descubrir el doble fondo, ésta puede quedar sujeta gracias a los dos topes que hay en las paredes del maletero (ver imagen). La iluminación del maletero es escasa y corre a cargo de un pequeño plafón en la parte lateral izquierda.
Si queremos aumentar la capacidad del maletero hasta los 920 litros, se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros. Una vez abatidos, queda un volumen de carga amplio y un piso prácticamente plano (ver imagen). Dicha maniobra se realiza con facilidad y poco esfuerzo.
El portón del maletero integra los pilotos traseros (ver imagen). Debido a esto, cuando lo abrimos, encontramos otros dos pilotos integrados en la propia carrocería (estos pilotos disponen de luces de posición e intermitencia -ver imagen-).
En marcha
Salvo por el funcionamiento del motor, el Audi A1 1.6 TDI de 105 CV es un coche agradable de conducir y con el que se disfruta mucho cuando nos ponemos en marcha. Para empezar, la dirección tiene un tacto delicioso; es precisa, tiene un nivel de asistencia perfecto en todo tipo de condiciones y es muy ágil en sus movimientos.
Los pedales (acelerador, freno y embrague) tienen un tacto preciso y una asistencia adecuada para que podamos conducir con agrado (el embrague se puede dosificar muy bien, el freno tiene un tacto muy deportivo y el acelerador es muy suave).
Dinámicamente es un coche que tiene muy buena pisada y sus reacciones cuando sobrepasamos los límites de adherencia son bastante previsibles aunque algo bruscas. El tren trasero se descoloca con facilidad cuando realizamos un cambio rápido de dirección o cuando se produce una transferencia de masas. Aunque todo está perfectamente gobernado por el control de estabilidad, este tipo de reacciones serán del agrado de los conductores que busquen picante y diversión al volante, y menos divertido para los conductores que demanden un coche con un comportamiento más equilibrado en el que prime la facilidad de conducción. En cualquier caso, en condiciones normales y practicando una conducción tranquila, es un coche muy estable y seguro.
Los frenos responden perfectamente y dan la talla cuando se trata de exigirles algo más de lo habitual. Las distancias de frenado son cortas y el tacto del pedal no es demasiado esponjoso.
Aquí tienes más información sobre el bastidor.
Motor Diesel 1.6 TDI de 105 CV
Si vas a realizar muchos kilómetros y buscas, por encima de todo, un consumo bajo, esta versión es muy recomendable. En nuestro recorrido habitual por carretera, circulando a velocidades legales, obtuvimos un consumo medio de 5,5 l/100 km. En ciudad, el consumo de carburante se puede mantener por debajo de 6 litros sin demasiados problemas. En parte, gracias al dispositivo Stop & Start, que para automáticamente el motor cuando nos detenemos, por ejemplo, ante un semáforo en rojo.
Por rendimiento, es un motor satisfactorio. Para la cilindrada (1.6 litros) y potencia (105 CV) que tiene, me ha parecido un coche que ofrece buena respuesta cuando el motor gira a medio régimen. Lo peor del motor es el vacío de potencia que tiene hasta las 1.500 rpm y lo tosco y ruidoso que es (esto puede resultar poco agradable para muchos conductores que busquen, ante todo, un coche refinado).
Este motor se encuentra asociado a un cambio manual de cinco velocidades (no hay posibilidad de acoplarlo a un cambio automático). El guiado transmite solidez y el recorrido de las marcas está muy marcado.
Aquí tienes más información sobre la gama de motores.
El Audi A1 es un coche con amplias posibilidades de personalización y puede tener un equipamiento muy completo que puede incrementar el precio final de forma considerable (más información).
Conclusión: Cada vez que tengo la oportunidad de probar un modelo de Audi o Volkswagen siempre pienso que es el coche que me gustaría comprar, ya que me resulta enormemente satisfactorio y disfruto conduciéndolo. En este sentido, el Audi A1 no ha sido menos. Si buscas un utilitario con una calidad por encima de la media, con un tratamiento más exclusivo y, además, un motor que ofrezca un buen rendimiento y un consumo contenido, el Audi A1 puede ser una buena elección y una interesante alternativa a sus contrincantes.
Texto: Gustavo Rodríguez
Fotos: A.R. Sastre y G. Rodríguez
