Con las cada vez más exigentes normativas anticontaminantes -al menos en Europa- y el precio de los carburantes, los fabricantes de automóviles se las tienen que ingeniar para buscar soluciones. En el caso que nos ocupa, Audi nos ofrece una buena alternativa de gasolina que nos presenta un consumo de Diésel con unas prestaciones y un tacto de conducción más bien deportivo. Como puedes ver, esta opción puede resultarte más que suculenta. Te contamos todos los detalles a continuación.
Buscando la eficiencia
La peculiaridad que tiene esta versión de gasolina, para que sea capaz de conseguir unos consumos muy ajustados, es la incorporación de una tecnología que permite desconectar dos cilíndros cuando estos no son necesarios. El CoD (Cylinder on Demand) se activa entre 1.500 y 4.000 revoluciones, así como con pares entre 25 y aproximadamente 100 Nm, un amplio diagrama que, en el ciclo de conducción estándar, abarca casi todas las posibilidades. Unos actuadores electromagnéticos reciben una señal y las agujas se engranan en las ranuras para modificar la posición de las camisas ajustables sobre los árboles de levas. El extremo de cada una de las levas se ha mecanizado con dos perfiles adyacentes. Uno de ellos empuja las válvulas cuando el motor funciona con los cuatro cilindros activos, mientras que el otro rueda sobre los empujadores, para evitar que las válvulas se abran durante el giro de los árboles de levas.
Las válvulas de admisión y de escape de los cilindros 2 y 3 se dejan cerradas y se corta el suministro de combustible en los mismos. Los cilindros activos 1 y 4 aumentan su eficiencia en cargas superiores. Cuando el conductor acelera fuertemente, ambos cilindros se activan de nuevo de forma imperceptible. Esto permite una mayor eficiencia y que el motor siga marchando de forma suave.
Todos los procesos de conmutación mecánica se ejecutan dentro de medio giro del árbol de levas; dependiendo del número de revoluciones, los procesos duran entre 13 y 36 milisegundos. Otras intervenciones colaterales en el encendido y la válvula de mariposa suavizan las transiciones. Un interesante detalle es que, gracias al sensor del pedal del acelerador y al software de monitorización inteligente, el sistema también detecta perfiles de conducción irregulares. Por ejemplo, cuando se circula por una rotonda o, de forma más deportiva, por carreteras de montaña. En estos casos no se produce la desconexión.
Consumo con sabor a Diésel
Esta tecnología de inyección que, hasta la fecha, sólo se aplicaba a los grandes motores de ocho y doce cilindros, demuestra ahora su valía en un formato compacto y consigue reducir el consumo en aproximadamente 0,4 l/100 km. A una velocidad constante de 50 km/h en tercera o cuarta marcha, el consumo se reduce hasta 1,0 l/100 km. Incluso conduciendo a 70 km/h en quinta marcha reduce el consumo en 0,7 l/100 km.
Por tanto, salvo que afines al máximo los cinco sentidos, no apreciarás absolutamente nada si lo comparas con un motor exactamente igual, pero con un funcionamiento convencional. Del mismo modo, esta solución tecnológica no supone ningún impedimento para que el motor siga siendo de una manera refinada y competente.
En cifras, en cuanto a consumo y emisiones, obtuvimos una media de 6,8 litros a los 100 kilómetros, realizando un trayecto que combinaba un 70% carretera y 30% ciudad, lo que sin duda es un muy buen dato. Si hablamos de sus prestaciones, este Audi A1 es capaz de superar los 200 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 8 segundos.
Para rematar la faena con un buen motor, como es este gasolina de 1.4 litros, encontramos una buena caja de cambios. Como no podía ser de otra manera, esta motorización puede asociarse a un cambio automático de doble embrague de siete relaciones. Su funcionamiento es impecable para sacar el máximo partido este motor, y para disfrutar de la conducción, ya sea para ir rápido o para dar un paseo.
Tacto deportivo
Cuando toca hablar de la conducción y las sensaciones, debo decir que el A1 está al nivel que se le espera. Es un Audi, y eso implica que sea un coche muy fácil de conducir, con un buen tacto deportivo y un confort más que cuidado. Su dirección tiene un tacto sobresaliente, y permite que podamos ser precisos en cualquier tipo de giro, disfrutando de unos movimientos de carrocería que resultan muy compensados en todo tipo de condiciones.
Como buen Audi que se precie, el interior nos recibe sin sorpresas. Como suele ser norma de la casa, todo el habitáculo ofrece unos acabados y unas calidades en los materiales utilizados que están muy por encima de lo que podemos encontrar en un coche con una longitud inferior a 4 metros. El habitáculo no transmite un lujo extremo, pero si buenos acabados y materiales de buena calidad percibida.
La posición al volante es más elevada de lo esperado en un coche de esta apariencia. Tanto los asientos como el volante, se pueden regular en altura y en profundidad. Todos los reglajes son suficientemente amplios para que personas de diferentes estaturas y complexiones se adapten perfectamente a los mandos de control.
En las plazas delanteras no hay problemas de espacio en todas las cotas. Sin embargo, en las plazas traseras hay una limitación muy evidente en altura, que se ve comprometida por la pronunciada caída que tiene el techo en la parte trasera de la carrocería. Un ocupante de más de 1,70 m –aproximadamente- pegará con la cabeza en el techo. Así que, nosotros recomendaríamos, por seguridad, que estas plazas deberían ocuparlas niños o adultos que no superaren el 1,65 m de altura. La cota longitudinal no es muy amplia, así que un adulto no tendrá demasiado espacio para que las piernas descansen adecuadamente.
Su maletero tiene la capacidad equivalente a la que podemos encontrar en un coche de este tamaño, es decir, suficiente para meter la compra semanal o dos maletas de tamaño medio (270 litros). Todo el entorno está muy bien guarnecido con una moqueta de pelo corto de tacto agradable
Precio y equipamiento
La dotación de serie en el Audi resulta muy completa. Desde el acabado más básico (Attraction), podemos disponer de aire acondicionado, respaldo de los asientos traseros abatible en dos partes, cierre centralizado con control remoto, retrovisores exteriores con ajuste eléctrico, elevalunas eléctrico, radio chorus y asiento delanteros con regulación de altura. El equipamiento de seguridad incluye dos airbags frontales, airbags laterales para el tórax y la pelvis y airbags para la cabeza. Los limitadores de fuerza y el ajuste de altura de los cinturones, el sistema integral de reposacabezas de Audi y los anclajes Isofix para asientos infantiles en las plazas traseras completan la oferta. La versión más básica está disponible desde 20.280 € (ver todos los precios).
Conclusión: Audi ha pensado en todos aquellos conductores que son muy fieles a la gasolina, pero que buscan unos consumos razonables y ajustados. Esta nueva versión de 140 CV con el sistema de gestión activa de cilindros es una muy buena solución para ahorrar carburante y reducir emisiones de CO2. El motor TSI del Grupo Volkswagen se muestra como una mecánica muy suave y agradable de utilizar, gracias a su formidable rendimiento y bajo nivel de vibraciones. Dinámicamente no hay sorpresas, así que seguimos encontrando un coche muy estable y deportivo.