Abarth, la marca de competición dentro de Fiat Chrysler Automobiles, creada por Carlo Abarth hace más de 60 años y con más de 10.000 victorias en diferentes campeonatos, renueva su exclusiva gama. Nosotros probamos la versión 595 Competizione con carrocería descapotable, que ahora se ofrece con 180 CV de serie y cambio manual de cinco velocidades. Se puede adquirir desde 27.650 €.
La transformación de este vehículo afecta a elementos capaces de resaltar aún más las prestaciones y las características deportivas: además del motor y la alineación, son de serie: las nuevas llantas de 17 pulgadas “Fórmula” en color titanio, los cristales tintados, el sistema de frenos Brembo con pinzas rojas, acabados en gris asfalto, el escape Record Monza, los asientos deportivos Abarth Corse by Sabelt y el Kit competizione que incluye: pedales deportivos y reposapiés en aluminio, cantoneras en carbono, pomo del cambio con inserciones en carbono, tapones de combustible y aceite en aluminio, filtro de aire BMC y alfombrillas Abarth con inserciones en piel y botones de fijación en aluminio, para quien se identifica como un auténtico entusiasta de la deportividad al más estilo purista.
Los principales beneficios que encontramos en el nuevo sistema de frenos de alto rendimiento Brembo son los siguientes:
– Este tipo de freno de disco tiene pistones en ambos lados del rotor de freno (2+2) y no hay partes móviles en el conjunto de la pinza que no sean los propios pistones. La pinza ofrece una perfecta distribución de la presión entre las almohadillas y el rotor proporcionando un rendimiento de frenado muy superior, especialmente en condiciones de frenado severas.
– El aumento de la dureza ofrece mejores sensaciones en el pedal de freno.
– Reducción de peso gracias a las pinzas de aluminio
– Menos vibraciones en la suspensión y el volante.
El escape de cuatro salidas Record Monza destaca el carácter deportivo del vehículo: se basa en una tecnología que se denomina Dual Mode. Ésta usa una válvula de dos vías con apertura mecánica insertada en el terminal de escape para optimizar y mejorar la curva de contrapresión.
Los beneficios de este sistema son:
– Optimización de las curvas de par y potencia con una respuesta de motor más rápida a partir del medio régimen, correspondiendo con la entrada en funcionamiento de la válvula. Se obtiene un incremento medio de 5 CV y de 1,5 kgm de par a partir de 2.000 rpm y hasta las 5.500.
– Sonido del escape con un carácter mucho más deportivo.
– Diseño.- Los escapes están completamente pintados en negro mate, resaltando el gran escorpión plateado Abarth en relieve. Las colas de escape tienen el corte característico de los modelos clásicos con un acabado cromado.
Habitáculo de carreras
En su interior, además de un volante tapizado en cuero bicolor (negro-rojo) a juego con la carrocería, los asientos Abarth Corsa by Sabelt (de serie en tejido y también disponibles en piel y alcántara de color Cuero, Rojo, Negro y Gris, adornados con el logo 595 bordado en el reposacabezas integrado), es lo que más identifica a esta versión. son unos asientos firmes, muy de carreras, pero quizá algo planos por respaldo y menos ergonómicos de lo esperado. Por sujeción, son más que correctos.
La posición sigue siendo muy elevada, algo a lo que uno se acostumbra con rapidez y no ven mayores pegas. Lo peor del puesto de conducción, es que el volante sigue careciendo de regulación en profundidad, algo que condiciona en exceso la posición a los mandos. Detrás sigue siendo un coche muy amplio si tenemos en cuenta sus dimensiones. En cuanto a sus acabados, ahora percibimos una mejor acabado en el ajuste de todas las piezas (los materiales siguen siendo los mismos).
El motor 1.4 turbo T-Jet de 180 CV es una auténtica maravilla. Además, gracias a la preparación específica que recibe esta versión (lo hemos comentado con anterioridad), encontramos un motor que respira mucho mejor, que responde de maravilla en todo su margen de giro y que permite que este 500 sea un coche muy rápido y agradable de conducir. De hecho, sus prestaciones hablan por sí solas; alcanza una velocidad punta de 225 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 6,7 segundos. No obstante, además de su rendimiento, gracias al escape específico que incorpora esta versión, lo mejor es el sonido de carreras con el que nos deleita este motor.
La entrada del cambio manual de cinco velocidades en este modelo, es una de las mejoras más destacables. El pilotado que únicamente estaba disponible en esta versión, no terminaba de ser lo suficientemente bueno para disfrutar de una versión deportiva como ésta. Ahora sí que se da ese salto de calidad para sacar mucho más partido a la conducción. Además, este cambio tiene un muy buen tacto, sobre todo cuando se maneja despacio.
Su consumo medio, que según nuestras mediciones se situaba sobre los 7,5 litros a los 100 kilómetros (una cifra que puede llegar a rebajarse), es un buen registro si se tiene en cuanta la cilindrada y, sobre todo, la potencia que ofrece este motor.
Se siente más deportivo
Cuando llega el momento de conducir, se nota desde el primer momento que el tacto de la dirección, cambio y pedales es más refinado y está más cuidado en busca de la precisión y el agrado de conducción. Dinámicamente, sigue comportando igual que la anterior gama, aunque, eso sí, la suspensión absorbe mucho mejor y no se producen los molestos rebotes de la anterior versión, sobre todo en el tren trasero.
La configuración muelle blando-amortiguador duro es posible que no sea la mejor, sobre todo cuando el firme no se encuentra en perfecto estado. Cuando la carretera no tiene imperfecciones y en curva a altas velocidades es un coche que se muestra mucho más asentado. En curva lenta, el tren delantero tiene a levantarse demasiado, y eso implica que se pierda adherencia y que el coche sea menos incisivo en los giros. También es un coche que tiende a moverse de atrás cuando frenamos a altas velocidades, aunque el ABS y el control de estabilidad permite que el coche se mueva, pero que no pierda la trayectoria.
Ya que hablamos de los frenos, vemos que están firmados por el especialista ‘Brembo’. En el caso de los delanteros, podemos ver que están perforados, lo que permite que el coche se detenga con rapidez con un buen tacto de frenada y que aguanten perfectamente cuando el uso es muy intensivo.
Conclusión: Nuevamente tenemos que dar la enhorabuena a los italianos de Abarth por seguir haciendo modelos como el Abarth 595C Competizione. Con todo lo bueno y lo malo, es un coche lleno de pasión, que tiene un sabor a clásico y deportivo que ningún coche del mercado es capaz de ofrecer. Sí, su precio puede ser desorbitado, pero todo lo que transmite y lo feliz que te hace el conducirlo a diario no está al alcance de la inmensa mayoría de los coches que hay actualmente en el mercado.